El adelgazamiento de la Administración Pública es, desde que comenzó la legislatura, uno de los caballos de batalla del Gobierno central. Desde el ministerio más estratégico al ayuntamiento más pequeño: a todos se les instó a revisar sus plantillas de trabajadores y sanearlas.

El objetivo: acabar con el sobredimensionamiento del sector público y, sobre todo, ahorrar. Hoy, casi tres años después de la llegada de Mariano Rajoy a La Moncloa, se puede decir que los ayuntamientos aragoneses han cumplido con este mandato.

Los municipios de la Comunidad dedicaron al capítulo de 'gastos de personal' de sus presupuestos un total de 458,2 millones en 2013, cuando en 2010 se les reconocieron obligaciones de este tipo que superaban los 500 millones. En estos gastos se incluyen todo tipo de retribuciones e indemnizaciones (así como los pagos a la Seguridad Social y otras entidades) a todas las personas que mantengan una relación laboral con los consistorios así como con sus organismos autónomos.

En enero de 2011, cerca de 19.500 personas estaban empleadas por alguna entidad local de Aragón. El grueso de esta cifra de trabajadores lo hacía al servicio de alguno de los 637 ayuntamientos de la Comunidad. El resto, para diputaciones, comarcas y mancomunidades. Esta plantilla de empleados públicos se situaba, en enero de este año, en poco más de 18.100 empleados.

Este recorte de 1.400 trabajadores sobre todo se llevó a cabo en los ayuntamientos y está detrás del ahorro de 43 millones de euros de estas entidades en los últimos tres años.

Quejas por los recortes

Esta situación no se valora de igual forma entre todos los partidos políticos y otras organizaciones sociales. Los sindicatos han criticado ampliamente que estas medidas de racionalización, además de suponer una pérdida de empleo, empeoran la prestación de  servicios públicos.

En la capital aragonesa los trabajadores municipales han creado la plataforma Funcionarios en Lucha, que denuncia la política de personal del consistorio y reclaman que no haya ceses ni despidos.

La recaudación sigue al alza

Además de tener más dinero en sus cuentas debido al ahorro en gastos de personal, los ayuntamientos aragoneses han visto cómo en estos últimos años la recaudación tributaria aumentaba.

El año pasado las arcas públicas municipaes de Aragón ingresaron cerca de 815 millones de euros en impuestos directos e indirectos y en tasas municipales. El primer grupo de tributos incluye, entre otros, el IBI, el Impuesto sobre vehículos de tracción mecánica o el Impuesto de Actividades Económicas. Entre los indirectos están el IVA y los impuestos especiales sobre alcohol, hidrocarburos o tabaco (de todos ellos los ayuntamientos reciben del Estado un porcentaje de la recaudación total) mientras que las tasas gravan la prestación de determinados servicios públicos.

La recaudación obtenida en 2013 supone 35,2 milones más que en 2011 y 48,7 más que en 2010. Estos buenos registros hicieron que cuatro de cada diez municipios de Aragón cerraran el ejercicio pasado sin deudas.

El saneamiento de las cuentas municipales a nivel nacional es tan positivo que podría ayudar de forma determinante a cumplir el objetivo de déficit nacional, según expresaron en mayo de este año fuentes del departamento que dirige Cristóbal Montoro.