La Facultad de Educación recibe solo un 10% de la inversión pendiente

Cientos de alumnos comenzarán el curso en el antiguo edificio porque falta equipamiento

Sigue la travesía por el desierto de los alumnos de la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza. Aunque el nuevo edificio se estrenó por fin en febrero, después de años de retrasos, lo hizo con 800 sillas para 2.200 alumnos, lo que ha propiciado que parte de los estudiantes sigan en las viejas instalaciones. 


El Boletín Oficial de Aragón publicó el pasado viernes la resolución de un concurso para dotar de mobiliario a algunas aulas y seminarios del nuevo edificio. La cantidad neta consignada es de 92.560 euros.


Esta suma es del todo insuficiente para hacer frente a las necesidades actuales y se estima que cientos de alumnos tendrán que seguir usando el viejo equipamiento. De hecho, hace ya casi un año que se hizo una estimación de que serían necesarios unos 900.000 euros (más IVA) para tener una puesta a punto completa y dar por cerrado este capítulo. 


Desde el Departamento de Educación insistieron en que se están haciendo todos los esfuerzos posibles para acelerar la puesta a punto, pero reconocieron que habrá que esperar al menos hasta septiembre para conocer cuál es el techo de gasto actual y decidir qué se puede hacer. Este es un problema que el Rectorado ha incluido entre sus prioridades dentro del apartado de infraestructuras. 


De hecho, una comisión mixta de ambas instituciones creó grupos de trabajo y uno de ellos se encarga de la planificación de las obras y equipamientos más urgentes, si bien todavía no se ha llegado a acuerdos sobre la financiación. Inevitablemente, todo deberá retomarse ya cuando terminen las vacaciones.Muebles reciclados

En este caso concreto la Universidad de Zaragoza recurrió a los muebles que tenía en el trastero para poder comenzar el traslado de los estudiantes, que hasta el pasado mes de febrero se repartían en nada menos que ocho centros diferentes. También Ibercaja hizo un préstamo de material para que el alumnado pudiera trabajar. Pero de momento, la falta de inversión sigue desluciendo este impresionante edificio.