Aragón ocupa el cuarto puesto en Patrimonio de la Humanidad en España

El Patrimonio Cultural de Aragón puede presumir de ser uno de los más importantes de España. Prueba de ello es que cuatro de los 2.473 Bienes de Interés Cultural de la Comunidad forman parte de la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad. Lo que sitúa a Aragón en el cuarto puesto de la lista nacional, que comparte con Galicia y Castilla la Mancha.

Los tesoros mundiales son el Mudéjar de Aragón, presente en 116 municipios de la Comunidad; los Pirineos junto a Monte Perdido, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1997; el Camino de Santiago tradicional, que recorre 170 kilómetros desde Somport a Sangüesa; y el arte Rupestre del Arco Mediterráneo, constituido por numerosos enclaves arqueológicos con pinturas y grabados prehistóricos. Y puede que la lista aumente cuando la UNESCO se pronuncie acerca de la declaración de la Ruta del Tambor y el Bombo en la Semana Santa en el Bajo Aragón como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Todos ellos poseen el mayor distintivo cultural mundial, el mismo que ostentan la Muralla China o las pirámides de Egipto. Según la UNESCO, se trata de bienes con "un valor universal excepcional cuya destrucción constituiría un empobrecimiento nefasto para todos los pueblos". España es uno de los primeros países del mundo en Patrimonio de la Humanidad, la mayoría situados en Castilla y León y Andalucía.

Más de 2.000 bienes protegidos

Aunque no formen parte de la lista mundial, 2.473 bienes del patrimonio aragonés se encuentran amparados por el Gobierno de Aragón bajo la identificación de Bien de Interés Cultural. La comarca con mayor número de bienes es la Comunidad de Calatayud, con 299, seguida de delimitación comarcal de Zaragoza, con 196. La Ley de Patrimonio Cultural Aragonés recoge la protección de los mismos, desde edificios monumentísticos a tradiciones populares.

Es el caso de la Trashumancia en Aragón y la Contradanza de Cetina. Ambas están catalogadas como Bienes Inmateriales de Aragón junto a otras 50 tradiciones como el aceite de Oliva del Bajo Aragón o el Día del traje Ansotano. Los últimos en entrar a formar parte de esta clasificación fueron la cultura del transporte fluvial de la madera en Aragón y la Jota. 

Sin embargo, son los bienes inmuebles los que representan el grueso del Patrimonio de la Comunidad con 1.881 construcciones, de las cuales 116 son románicas y 154 mudéjares. Además, este último ha colocado en el mapa del patrimonio universal a unas 116 localidades aragonesas. En la categoría de Bienes Inmuebles se integran lugares como el Monasterio de San Juan de la Peña, la Catedral de Teruel o el palacio de la Aljafería. 

Otro de los mayores patrimonios de Aragón son los espacios naturales. Cuatro de ellos están considerados Conjuntos de Interés Cultural junto a decenas de yacimientos arqueológicos repartidos por el territorio aragonés. De estos últimos existen 289 bienes como los abrigos prehistóricos de la provincia de Teruel, los restos de la ciudad celtíbera de Bilbilis en Calatayud o las ruinas romanas de los Bañales en Uncastillo. También 23 espacios paleontológicos forman parte de esta clasificación. 

La Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón también quiso proteger como Conjunto de Interés Cultural aquellos parques naturales que aunaban el valor de su Patrimonio Cultural y Natural. Así las zonas del Parque Cultural de San Juan de la Peña, el Parque Cultural de Río Vero, el Parque Cultural de Albarracín, Parque Cultural del Río Martín y el Parque Cultural del Maestrazgo son beneficiarias de esta denominación.

Pequeñas huellas de la historia

Más pequeños, pero no menos importantes, son los 228 Bienes Muebles. Objetos que desgranan la historia de Aragón como el acta del Compromiso de Caspe, el sarcófago de Doña Sancha, la cabeza de Augusto o el órgano de la Seo. Entre ellos también se pueden encontrar objetos tan valiosos como el casco de un guerrero íbero encontrado en Calaceite, una catapulta hallada en un yacimiento del 80-72 a. de C o la vestimenta del enterramiento del Conde de Aranda.

Asimismo, la Comunidad cuenta con una amplia riqueza documental. Cientos de documentos históricos se guardan en el Archivo de la Administración de la Comunidad y los Archivos Históricos Provinciales de Zaragoza, Huesca y Teruel.