La comunidad china de Aragón duplica su población desde el inicio de la crisis

Es el colectivo que más ha crecido en estos años, mientras que el resto de extranjeros ha perdido más de 24.000 residentes.

Trabajadores en un comercio chino
La comunidad china de Aragón duplica su población desde el inicio de la crisis

2013 fue sin duda el año en el que censo aragonés notó en mayor medida el mordisco que la crisis ha dado a la población. La Comunidad perdió  22.348 ciudadanos en tan solo 12 meses. Algunos, obviamente, por la escasa 'tasa de reposición' entre nacidos y fallecidos, pero la gran mayoría de este descenso se debe a la marcha de aragoneses hacia el extranjero en busca de mejores opciones laborales y, sobre todo, por el retorno de miles de extranjeros hacia sus países de origen. 


Sin embargo, si hay un colectivo cuya población se ha mantenido en territorio aragonés durante estos años es el chino. Mientras otras de las nacionalidades extranjeras más representativas de la Comunidad han perdido ciudadanos estrepitosamente (13.000 rumanos desaparecieron del censo este año), los chinos han seguido aumentando su número de forma constante desde poco antes de la recesión hasta la actualidad, doblando su número hasta convertirse en el cuarto colectivo extranjero residente en Aragón.



Así, entre el año del Cerdo de Oro (2007) y el año del Caballo de Madera (2014), la población procedente del país oriental en Aragón ha duplicado su número prácticamente, pasando de contar con 2.850 ciudadanos empadronados hace 7 años a tener ahora 5.868, de los cuales la gran mayoría (4.971) viven en la provincia de Zaragoza.


Sin embargo, y a pesar de que por las cifras podría interpretarse que prácticamente ningún chino ha dejado la Comunidad desde su llegada, esto no es del todo así. Según explica Luis Kiu, español de padres chinos y dueño de los restaurantes zaragozanos Sakura, “también hay muchos ciudadanos chinos que han salido de Aragón en los últimos años, aunque los que prosperaron han ido trayéndose a España a familiares de mayor edad o a sus mujeres, algo que también ha ayudado a que se asiente la comunidad”.


De sobra conocidos son los sectores en los que la población china más ha prosperado en España. Tanto en la hostelería como el comercio, este colectivo de extranjeros ha ido extendiéndose progresivamente a través de sistemas de préstamos entre compatriotas, lo que ha hecho que sus locales cada vez sean más habituales. No en vano, si a finales de 2010 se estimaba que en Zaragoza había unos 200 bares regentados por chinos, los últimos baremos de sector hablan de que esta cifra podría haber llegado incluso a doblarse.


Así, en la actualidad, según un informe realizado a comienzos de año por la Unión de Trabajadores autónomos, hasta un 60% de los chinos residentes en la comunidad están dados de alta como autónomos, copando este colectivo junto con los rumanos el número de trabajadores por cuenta propia extranjeros que hay en la Comunidad, algo más de 6.000 según los últimos informes realizados por las asociaciones de autónomos.La población de latinoamericanos y rumanos desciende drásticamente

En situación inversa, durante el mismo periodo de tiempo otras nacionalidades han perdido hasta la mitad de sus compatriotas, como es el caso de los ecuatorianos que han pasado de contar con 11.433 residentes a contabilizar en la actualidad 5.471. Similar es el caso de otras nacionalidades sudamericanas, como los colombianos, que han rebajado su número en 1.312 personas.


En otra escala se sitúan también algunas de las nacionalidades extranjeras más asentadas en la Comunidad, como los rumanos, que pese a su amplio descenso el año pasado siguen siendo ampliamente el colectivo más numeroso con más de 53.000 ciudadanos, mientras que marroquíes o argelinos se mantienen en sus cifras habituales (19.000 y 5.500 residentes respectivamente) aunque en los últimos años cada una de estos países ha venido perdiendo una media de 200 ciudadanos residentes en Aragón.