Estallan dos bombas en Santiago de Chile en apoyo de los anarquistas del ataque al Pilar

El atentado causó daños materiales en una iglesia en pleno centro de la capital chilena. La Policía busca a los autores del ataque

Un grupo anarquista hizo estallar ayer dos bombas en la puerta principal de una céntrica iglesia de Santiago de Chile en «solidaridad» con sus dos «compañeros» que atentaron contra la Basílica del Pilar de Zaragoza el pasado 2 de octubre. Según informó la policía chilena y los testigos, explotaron dos artefactos en la entrada principal de la iglesia de Santa Ana, una antigua edificación declarada monumento histórico y ubicada en pleno centro de la capital chilena. 


Los que pusieron estas bombas en la capital chilena (cuando ahí era de madrugada) no han sido detenidos por ahora, aunque los testigos aseguraron haber visto a dos personas salir corriendo tras las explosiones. Las bombas, que no causaron daños personales pero sí alarma entre los vecinos, provocaron un incendio en la puerta principal de la iglesia, aunque los bomberos lograron extinguirlo con rapidez y solo se produjeron daños materiales menores.


Los artefactos que utilizaron consistían en cilindros de gas rellenos de material explosivo, que estaban dentro de una mochila y fueron activados con un mecanismo electrónico, explicó el capitán de Carabineros, el chileno Juan Rosales. En el caso de los que se usaron para atentar contra el Pilar, los dos procesados colocaron un artefacto casero con una bomba de campin gas, causando daños materiales y una herida.


La policía chilena acordonó la zona y revisó una plaza vecina y una cercana estación del ferrocarril subterráneo en busca de pistas sobre los autores y por la posibilidad de que hubiesen colocado otro explosivo. 

«Me parece un acto irracional. No se me ocurre qué pasa por la cabeza de esas personas», comentó a radio Cooperativa el párroco de la iglesia chilena que sufrió el atentado, Lionel de Ferrari.En prisión provisional

«Nuestra acción insurreccional es un gesto solidario con los compañeros» Francisco Javier Solar Domínguez y Mónica Caballero Sepúlveda, ponía en el panfleto que dejaron en el lugar del suceso los autores del atentado. Estos dos anarquistas chilenos, pertenecientes al Comando Mateo Morral, se encuentran en prisión provisional y están procesados por un delito de pertenencia a grupo terrorista, otro de estragos por el ataque a la Basílica del Pilar, y otra por conspiración finalmente frustrada para atentar contra el Monasterio de Montserrat, en las cercanías de Barcelona. Francisco Javier Solar se encuentra en estos momentos en la prisión asturiana de Villabona; mientras que Mónica Caballero continúa en la cárcel de Brieva (Ávila).


Los principales daños materiales que causaron en el Pilar se concentraron en el órgano de la Basílica, cuya reparación supondrá un coste de 185.000 euros que asumirá el consorcio de seguros. Este atentado también llevó al Cabildo a instalar más de cien cámaras de seguridad entre la Seo y el Pilar para evitar que esto pueda volver a ocurrir.