Aragón negocia una nueva línea de crédito con el BEI de 150 millones de euros

El consejero de Hacienda reitera el interés del Ejecutivo por reeditar el convenio suscrito el año pasado, que ha llegado a casi 3.000 pymes y autónomos y que calificó de «éxito absoluto»

Blanca Soláns y Javier Campoy, entrando ayer en el edificio del Pignatelli.
Aragón negocia una nueva línea de crédito con el BEI de 150 millones de euros
Maite Santoja

El consejero aragonés de Hacienda, Javier Campoy, reiteró ayer el interés del Ejecutivo autonómico por volver a firmar con el BEI (Banco Europeo de Inversiones) una línea de crédito para ayudar a financiar a las pymes y autónomos de la Comunidad. Este segundo convenio (del que se está hablando en este momento con el banco europeo y el Ministerio de Hacienda) sería similar, en cuanto a las condiciones financieras, al suscrito en noviembre de 2013. La diferencia es que en este caso, según avanzó Campoy, el volumen de fondos puesto a disposición por el BEI podría alcanzar los 150 millones de euros, cuando el anterior fue de 100 millones. 


El interés del Ejecutivo por volver a contar con esta línea financiera del BEI y las negociaciones para repetirla ya fueron avanzadas por la propia presidenta del Gobierno aragonés, Luisa Fernanda Rudi, durante la inauguración, hace un mes, de la I Feria de la Financiación que se celebró en Zaragoza. Asimismo, en el mes de febrero, el consejero de Economía, Francisco Bono, ya se refirió a esta iniciativa durante una comparecencia en las Cortes de Aragón, en la que avanzó que los préstamos previstos de la primera línea del BEI estaban prácticamente concedidos. 


Campoy, en su intervención de ayer para ofrecer el balance del primer convenio, no quiso dar muchos más detalles sobre cómo podría salir al mercado esta nueva línea de préstamos, aunque sí reconoció que se está estudiando que haya más entidades colaboradoras. El acuerdo suscrito con el BEI en 2013 habilitó finalmente una línea de 210 millones de euros: los 100 del BEI más otros 110 que Ibercaja y Banco Santander, las dos entidades encargadas de gestionar los fondos y colocar los préstamos en el mercado, pusieron de sus recursos propios.


El consejero de Hacienda calificó de «éxito absoluto» esta iniciativa para inyectar liquidez en las pymes y autónomos de la Comunidad, ya que ha servido –dijo– para contribuir a financiar casi 3.000 negocios (exactamente se concedieron 2.896 créditos: 1.439 fueron solicitados por autónomos y 1.457 por pymes).


 Entre los datos que aportaron tanto Campoy como la directora general de Presupuestos, Blanca Soláns (que acompañó al consejero en la presentación de los resultados de esta línea financiera), destacó el hecho de que haya sido más elevado el número de préstamos concedido para inversión productiva y que un mayor número de estos créditos fuera a parar a las pymes, más que a los autónomos. La cuantía media de los préstamos rondó los 72.500 euros y fueron mayoritariamente al sector servicios.


El consejero destacó el «alto grado de demanda» que ha tenido esta línea de crédito, lo que ha llevado al Ejecutivo autonómico –explicó– a tratar de reeditarla.


 Campoy insistió en la «preocupación y la ocupación» del Gobierno aragonés para intentar que en momentos en los que el crédito bancario no ha llegado con fluidez a las empresas, se abriera una línea de financiación «en condiciones más ventajosas que las que ofrece el mercado».Techo de gasto

Además del balance de los préstamos del BEI, Campoy se refirió al techo de gasto previsto para 2015, dato que el Ejecutivo tendrá que presentar en las próximas semanas. El consejero recordó que este tope se conocerá probablemente a finales de julio o principios de agosto, después de que se celebre la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). 


 El consejero de Hacienda insistió en que el Gobierno aragonés va a seguir intentando cumplir con el objetivo de déficit marcado para este año (fijado en el 1% del PIB) y aseguró que «ni es antagónico ni contradictorio» defender el equilibrio financiero y presupuestario y al mismo tiempo «mantener como prioridades las políticas sociales y los servicios públicos». 


A la pregunta de si la Consejería de Hacienda atenderá la demanda de la Universidad de Zaragoza de recurrir al fondo de contingencia para afrontar las obras de infraestructuras que requiere la universidad, Campoy reconoció que no se prevé, en este momento, echar mano de esos fondos para esa finalidad. «El Presupuesto es finito y tiene techo», recordó Campoy, quien insistió en «cumplir con las prioridades».


Sobre el plan de ahorro presentado a Madrid (para tratar de corregir las desviaciones del presupuesto de 2013), Campoy reiteró las líneas que han orientado su elaboración: reducir la carga financiera, dar prioridad a la sanidad, la educación y las políticas sociales, vender patrimonio público y mejorar la capacidad de recaudación. 


Por otra parte, puso de manifiesto la preocupación de su departamento por acortar los plazos para pagar a los proveedores de la Administración. En cuanto a la crítica de las comarcas, que se quejan de que el Ejecutivo retrasa los pagos que tiene comprometidos con ellas y esto las asfixia financieramente, Campoy aseguró que se están atendiendo «las prioridades del presupuesto».