La Policía de Zaragoza y la Dirección General de Tráfico volverán a colaborar esta semana en una nueva campaña de control de alcohol y drogas durante la conducción, con el objetivo de aumentar los niveles de seguridad para todos los usuarios de la vía. 

Los datos estadísticos que maneja la DGT señalan que el alcohol está presente como factor concurrente o desencadenante en un tercio de los accidentes mortales que se producen en nuestro país y en el 25% de todas las muertes en carretera registradas en Europa. 

Los estudios demuestran que un conductor que haya ingerido alcohol antes de conducir multiplicará, en función de la tasa, entre un 2 y un 15 % el riesgo de sufrir un accidente.

Así, se constata que a mayor tasa, mayor accidentalidad y también mayor mortalidad, porque se trata de un factor vinculado con un peor pronóstico de las lesiones ocasionadas. 

De la misma manera, los expertos consideran que desde el inicio de la década se registra un cambio de hábitos y se constata un descenso de los positivos detectados en la conducción. Esta actitud se vincula de manera directa con la existencia de controles preventivos. 

Sin embargo, está aumentando el consumo de sustancias psicoactivas, preferentemente cannabis y cocaína, que alcanzan al 17 % de los conductores españoles.

Por eso, en las últimas campañas de vigilancia están aumentando las pruebas de detección de drogas con el objetivo de romper esta tendencia.

 La úncia tasa segura

Desde la Policía de Zaragoza y DGT recalcan que la única tasa segura es el 0,0 de alcohol y recuerdan que las drogas afectan de manera directa a la conducción  Asimismo advierten que el riesgo tras la ingesta afecta también a los peatones, que son el elemento más vulnerable de la movilidad. 

Respecto a Zaragoza, la Policía ha cerrado 2013 con la realización de 51.068 pruebas de alcoholemia (un 71,23 % más que en 2012), de las que 1.457 (2,8 %) han sido positivas.

En cuanto a las infracciones que han adquirido la categoría de delito por conducir bajo la influencia del alcohol (es decir, con tasas bajas pero con efectos severos en la conducción), se han contabilizado 331 casos, un 28 % menos que la media del último quinquenio. 

Asimismo, las conducciones con una tasa superior a la legalmente permitida ha habido 186 casos, un 37 % menos que la media del quinquenio.