¿Adoptaría una planta?

Un programa enmarcado dentro del proyecto Life Resecom ofrece esta curiosa alternativa.

Leontopodium alpinum, popularmente "flor de nieve"
Leontopodium alpinum, popularmente "flor de nieve"

El programa 'Adopta una planta' se ponía en marcha el pasado 28 de mayo y ya cuenta con más de 50 voluntarios en todo Aragón. La iniciativa, enmarcada dentro de la Red de Seguimiento para especies de flora y hábitats de Interés Comunitario en Aragón (Life Resecom), pretende crear una red de observadores de la rica fauna que habita en tierras aragonesas.


Como explican en la web del proyecto, coordinado por la doctora Begoña García del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE) dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Aragón cuenta con mas de 40 especies y 80 hábitats considerados de interés comunitario según la Directiva Habitats de la Unión Europea.


El fin último del programa es establecer una red de monitorización de estos espacios para el envío de información periódica sobre su estado de conservación ? recogido en los artículos 11 y 17 de la Directiva Hábitats- hasta 2017.


"Aragón cuenta con la mayor diversidad de flora de toda Europa debido a sus singulares ecosistemas ya que es un lugar de encuentro entre el mundo mediterráneo y el boreal. La Comunidad Europea cuenta con unas 10.000 especies endémicas, y aquí tenemos el 90%", explica Pedro Bravo, del IPE. Las tierras aragonesas son tan diversas como los son sus ambientes, que van desde altas cumbres a zonas sub desérticas como los Monegros, y muchas de ellas, en peligro de extinción.


Desde el IPE se encargan de establecer un método de trabajo y marcar las pautas, aunque, sin el trabajo de los voluntarios sería imposible. "No hay que intervenir ni modificar el medio natural, tan solo realizar un seguimiento que nos aportará indicadores clave de la evolución del clima a largo plazo. Sino fuera por ellos no podríamos llegar a cada esquina de nuestro territorio", concluye Bravo.


Estos voluntarios tan solo han de acudir a su parcela una vez al año durante al menos, diez años, y anotar los cambios que se encuentren. Pilar Grasa es una de las personas que más tiempo lleva es el proyecto, ya que su relación con el IPE nació hace cuatro años. Desde entonces nunca ha faltado a su cita anual con la flora y la fauna pirenaica.


Pilar se define como una gran aficionada a la montaña y amante de la naturaleza, razones que la llevaron a compaginar esta actividad con su vida familiar y su trabajo en el Ministerio de Justicia de Huesca. Actualmente está a cargo de cuatro especies: Valeriana longiflora y Ramonda myconi, -popularmente conocida como oreja de oso- en Salto de Roldán; y la Arenaria tetraquetra y Leontopodium alpinum, -más conocida como 'flor de nieve'- en la Cima de Guara.


Para ella, esta actividad es un hobby que realiza encantada porque, como explica, "estás haciendo algo por mantener el medio ambiente y es una forma de colaborar con la naturaleza. Vivimos tan metidos en el asfalto que no nos damos cuenta de que la tenemos desatendida", concluye.