La falta de fondos y las pugnas políticas ponen en riesgo el Museo de Lérida

El centro, que retiene más de un centenar de bienes sacros aragoneses, es objeto de disputa entre la Generalitat y el Consistorio

El frontal de Treserra es una de las piezas en litigio más destacadas de las que expone el museo.
El frontal de Treserra es una de las piezas en litigio más destacadas de las que expone el museo

Casi una treintena de obras sacras procedentes de la provincia de Huesca se exhiben en el Museo Diocesano y Comarcal de Lérida desde su inauguración en 2007. De hecho, algunas, como el retablo de Berbegal o 15 de los 112 bienes de Barbastro–Monzón, se consideran "claves" dentro del discurso museístico del centro, cuya viabilidad futura ya no solo está hipotecada por la devolución de las piezas aragonesas a esta Comunidad, tal y como ordenan diversas sentencias judiciales.


Ahora, el problema más inmediato y acuciante está dentro del propio Museo, en el seno del Consorcio que lo rige. Las instituciones que lo forman no se ponen de acuerdo ni en la gestión ni en la aportación de fondos para sostener el centro.


Tan crítica es la situación que en las últimas semanas se ha llegado a hablar incluso de un posible cierre, aunque también se plantearon otras alternativas menos traumáticas, como una reestructuración de personal –recientemente se barajó un ERE–. La causa no es otra que la falta de acuerdo para aprobar el presupuesto de este año por las discrepancias surgidas entre los miembros del Consorcio, integrado, además de por el obispado de Lérida, por la Generalitat, el Ayuntamiento, la Diputación Provincial y la Comarca del Segriá. Esta última entidad se planteó en marzo abandonar el órgano museístico por no poder asumir sus pagos, aunque alcanzó in extremis un acuerdo con el ‘Govern’.


No obstante, las mayores desavenencias son las que mantienen el Ejecutivo autonómico (liderado? por CiU) y el Consistorio (PSC), que parecen haber convertido el Museo en un arma arrojadiza con un trasfondo claramente político. Actualmente, el Ayuntamiento, con un papel secundario, debe unos 200.000 euros en concepto de aportaciones de pasadas anualidades para el mantenimiento del Museo. Tras el órdago lanzado a la Generalitat –a la que reclama su participación en la inversión necesaria para iniciar las obras del Museo de Arte de Lérida–, el alcalde, Ángel Ros, anunció hace unos días que pagaría parte de su deuda histórica antes del verano, al tiempo que criticó la gestión de la pinacoteca.


Le respondió el viernes la vicepresidenta del Gobierno catalán, Joana Ortega, que defendió la actuación de la dirección del Museo y afirmó que la Generalitat "hará todo lo que esté en sus manos" para resolver la complicada situación que atraviesa el centro, según informó ayer el diario ‘Segre’.


Otra de las evidencias de esta falta de sintonía es que el patronato del Consorcio lleva ya dos años sin reunirse.19 años del primer decreto

Precisamente hoy se cumplen 19 años del decreto de Roma por el que se transferían las 110 parroquias aragonesas que pertenecían a la diócesis de Lérida a la de Barbastro-Monzón. Esta decisión marcó el inicio del litigio por las 112 piezas. Pero además en el Museo de Lérida hay obras de Berbegal, Peralta de Alcofea, Roda de Isábena y Sijena.