Unos 600 alumnos comenzarán el curso en la antigua Facultad de Educación

Falta la partida de 900.000 euros de la DGA para comprar los muebles del nuevo edificio

Los alumnos tienen que ir a la biblioteca del edificio antiguo porque la del nuevo no está amueblada.
Los alumnos tienen que ir a la biblioteca del edificio antiguo porque la del nuevo no está amueblada

Igual que hace cuatro meses: con la mitad del mobiliario necesario y sin servicios tan básicos como la biblioteca. Así se encuentra la nueva Facultad de Educación, que aún tiene que echar mano de las viejas instalaciones de la calle de San Juan Bosco para organizar las clases y los exámenes. Y las previsiones a corto plazo no son mucho mejores. Se calcula que unos 600 alumnos tendrán que iniciar el curso 2014-2015 en el viejo edificio.


Así lo confirmó el decano, Enrique García Pascual, quien añadió que su equipo tiene que hacer "verdaderos encajes de bolillos" para organizar los espacios de ambos edificios.


El problema lo tienen los 900.000 euros (sin IVA) que han calculado que cuesta comprar los muebles necesarios para que el nuevo edificio entre a funcionar a pleno rendimiento. La DGA se comprometió a habilitar una partida extraordinaria para solucionar esta situación, como ya hizo para concluir las obras, pero el dinero no llega. 


Desde la DGA confirmaron que está pendiente que tanto Educación como Hacienda habiliten esa partida para solucionar un problema que el Rectorado ha incluido entre sus prioridades dentro del apartado de infraestructuras.


De hecho, una comisión mixta de ambas instituciones creó grupos de trabajo y uno de ellos está trabajando en la planificación de las obras y los equipamientos que más urgentemente necesita la Universidad, si bien todavía no se ha llegado a ningún acuerdo. Ante esto, el Rectorado prefirió no pronunciarse sobre la situación que se vive en Educación.


Sin embargo, el decano, Enrique García Pascual, sí que explicó que unos 600 alumnos tendrán que comenzarán el curso que viene en las viejas instalaciones, porque no hay mesas ni sillas suficientes en la nueva para poder acogerles. "La mitad del edificio está sin equipar por lo que más o menos solo ha podido trasladarse al mismo la mitad del alumnado, teniendo en cuenta que hay meses en los que muchos alumnos están de prácticas", dijo.


Dada la situación, García Pascual no es muy optimista. "No esperamos que el tema se resuelva antes de febrero de 2015", aseguró. A pesar de todo, destacó y agradeció el esfuerzo que están realizando desde el decanato, los profesores y los alumnos para"sobrevivir a esta situación".


El nuevo edificio se abrió en febrero con 800 sillas para 2.200 alumnos. Tomaron algunos muebles del edificio viejo, pero muchos bancos atornillados al suelo no pudieron trasladarse. También echaron mano del mobiliario de los almacenes de la Universidad y de un préstamo de mesas y sillas que les hizo Ibercaja.

El decano lamentó que el magnificó edificio nuevo no pueda convertirse aún en una referencia para la actividad educativa.