Los aeropuertos de Zaragoza y Huesca sumaron unas pérdidas de más de 8 millones en 2013

La rebaja de tasas lastra la cuenta del complejo de la capital y aun así recorta un 35% su déficit.Monflorite mantiene su agujero económico y sus ingresos se limitan a solo 160.000 euros

Marcos Díaz.
Marcos Díaz

Los aeropuertos de Zaragoza y Huesca cerraron el pasado ejercicio con unas pérdidas de más de ocho millones de euros. La rebaja en las tasas que se cobran a las compañías de carga explica en buena medida los resultados del complejo de la capital aragonesa que, pese a ello, logró reducir en más de un tercio su déficit respecto al ejercicio anterior. Mientras tanto, en Monflorite no logran levantar cabeza a pesar de haber reducido su estructura a la mínima expresión, puesto que mantienen su mismo nivel de pérdidas.


Las instalaciones de Zaragoza llevan una senda radicalmente distinta a la de Huesca. Por primera vez obtienen unos resultados brutos de explotación (Ebitda) positivos, que alcanzan los 760.000 euros. Esto quiere decir que las cifras de negocio (8,55 millones) cubren con holgura los gastos de explotación (7,79 millones). No obstante, la obligada aplicación de las amortizaciones (otros 4,92 millones) provoca que los resultados de explotación sean negativos (-4,16 millones).


Las pérdidas finales del aeropuerto ascienden a 5,17 millones tras la aplicación del impuesto de sociedades. Estas cifras sería muy distintas si no fuera por los "incentivos tarifarios" que está aplicando el ente público Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) a las compañías de transporte de mercancías, que son las que garantizan los principales ingresos. Además, también se ha reducido el número de rutas y vuelos de pasajeros por parte de la aerolínea Ryanair, lo que lastra las cifras de negocios. En este último caso, AENA está aplicando una bonificación del 75% de las tasas en el caso de las rutas que ganen viajeros, que se amplía al 100% si se abren nuevos enlaces comerciales.


Pese a todo, se ha logrado reducir en un 35% las pérdidas respecto al ejercicio 2012, que alcanzaron los 8 millones, en la misma líneas de los últimos cuatro años.

En su primera comparecencia como director del aeropuerto, Marcos Díaz manifestó que están poniendo "todas las facilidades" para atraer compañías y clientes, para lo que acuden a las ferias del sector y cuenta con un "comité facilitador de carga". Además, incidió en que están "optimizando" el funcionamiento con medidas de racionalización del gasto.


Marcos Díaz manifestó que la adjudicación del sistema electrónico para aterrizar con nula visibilidad (ILS de nivel II/III) es "inminente", por lo que garantizó que se cumplirán los plazos y la niebla ya no será un problema para operar en la campaña de invierno de 2015.


En el repaso que hizo a la actualidad del aeropuerto, citó también la reciente aprobación del ‘aterrizaje verde’, que desde el pasado 29 mayo consta en la Publicación Aeronáutica Internacional (AIP). De este modo, las compañías ya pueden las maniobras de aproximación en descenso continuo, con las que ahorran queroseno y se reducen los ruidos.


En el caso de Huesca, las inversiones están congeladas, al igual que la actividad tras las restricciones operativas. Esto ha permitido reducir levemente los gastos, pero los ingresos aún son más ridículos: solo 160.000 euros. Las pérdidas alcanzan los 3,31 millones.