Pueblos de Navarra y Aragón piden la paralización del recrecimiento de Yesa

"Stop recrecimiento Yesa. Ni un metro más por seguridad" era el lema de la pancarta que encabezaba la marcha.

Una manifestación con vecinos de distintas localidades de Navarra y Aragón ha pedido esta tarde en Pamplona la paralización del recrecimiento del pantano de Yesa.

"Stop recrecimiento Yesa. Ni un metro más por seguridad" era el lema de la pancarta que encabezaba la marcha y en la que se han visto también carteles de más de treinta localidades que se sienten afectadas por estas obras.


Otros aludían a la Confederación Hidrográfica del Ebro, a la que calificaban de "mentirosa", y alguno más indicaba que "si tan segura es la presa de Yesa, que venga el director de la CHE a vivir a Sangüesa".


Durante el recorrido los manifestantes han coreado gritos como "No al recrecimiento, hay alternativas", "este pantano lo vamos a parar" y "Yesa no, que no, que no".

La manifestación ha terminado ante el Palacio de Navarra, sede del Gobierno foral, donde se ha dado lectura a un comunicado en el que han destacado "la unión de Navarra y Aragón, aguas arriba y aguas abajo" del pantano, frente a un proyecto que "tendría que haber caducado hace muchísimo tiempo".


Han recordado al respecto que hace ya 15 meses que fueron desalojadas algunas urbanizaciones de Yesa por deslizamientos en la ladera derecha y tras este tiempo de "oscurantismo" la ladera "aún se mueve y ahora de forma extraña con la presa a rebosar".

Tras calificar de "vergonzante" la actitud de la CHE, han asegurado que el objetivo de recrecimiento de Yesa "no es otro que el trasvase del Ebro", un "desastre" para el medioambiente, los ciudadanos y las arcas públicas, "pero otro gran negocio" para las constructoras, "a las que se les consulta si las obras pueden continuar".


Y en este sentido han subrayado que la CHE "tiene miedo" pero Sanabria o Biescas, "donde no pagaron, les ayuda a seguir comportándose así", por lo que han reclamado el fin de la "impunidad" y exigido "un escenario justo y posible".


Una alternativa que "permitiría regar con embalses laterales en el canal de Bardenas, vivir tranquilos aguas abajo, laminar avenidas con la presa actual y devolver las propiedades" a pueblos como Tiermas y Artieda, han apuntado, y abogado por mantener la oposición a un proyecto que creen que pueden "parar" y con ello frenar "una política hidráulica agresiva y antisocial".