El destino de los héroes

Un repaso por la actividad cultural de la semana.

Christina Peribáñez
El destino de los héroes

SÁBADO 17

Se adelanta el Día Internacional de los Museos, que se celebra durante el fin de semana. Hay un museo, en Zaragoza, que es mi favorito: el Museo Pablo Gargallo. Pierrette Gargallo, casi nonagenaria ya, siempre lo tiene en su cabeza: de cuando en cuando regala nuevas piezas de su padre, nacido en Maella en 1881. Este año se cumplen 80 años de la muerte del artista en 1934, en Reus, demasiado joven, poco después de haber concebido ese proyecto magnífico que es ‘El profeta’, una de las piezas más importantes del arte aragonés del siglo XX.


Es la escultura que recibe al visitante en el patio del palacio de los Argillo: una pieza admirable que resume la grandeza de Gargallo. Su sentido de ligereza, la conquista del vacío, la admirable expresividad, el enigma, la elocuencia y el misterio de ese personaje que se enfrenta al llano en llamas, al cierzo y a la memoria. ‘El profeta’ está siempre ahí como un gran interrogante: ¿qué será de nuestro futuro? ¿Qué le espera a Aragón, en el arte, en su relación con Francia, que fue durante años la morada del escultor y dibujante, o ahora mismo, cuando Europa está al alcance de nuestro voto?

DOMINGO, 18

Es el domingo de los héroes. El Atlético de Madrid ha ejecutado primorosamente el cuento de Cenicienta. El cuento del humilde y esforzado al que le perseguía el infortunio. O la maldición del gafe. Como tan bien cantó Sabina. Es el año de la justicia poética: con su triunfo en la liga rinde homenaje al ‘zapatones’ Luis Aragonés, uno de esos personajes contradictorios que tenían tanta seguridad en sí mismos que podían ser geniales, astutos, laboriosos, racistas y carpetovetónicos (¿habría leído Luis a Camilo José Cela?) al mismo tiempo. El Atleti tenía un líder (o un novelista omnisciente, que eso a veces parecen ser algunos entrenadores) que le dio sentido: Diego Pablo Simeone. Un hombre que se construyó a sí mismo y a los suyos, palabra a palabra, con inteligencia y buenos modales, con una convicción infinita en las posibilidades del grupo.


Simeone, ya puesto, bordó el desenlace: acudió a la rueda de prensa el día de la gloria en Barcelona, el sábado, con todo su equipo y reveló que su padre le había dicho que iría al campo en uno de los dos últimos partidos, donde se jugaría todo. Quizá, como la criatura de Gargallo, "su viejo" también es profeta. Ya se sabe: los argentinos aman la literatura casi tanto como el fútbol. Y hablando de argentinos y de deporte: este año se celebra el centenario de un gran escritor argentino, Adolfo Bioy Casares, que fue un gran seductor (se casó con Silvina Ocampo y fue "el loco amor"de Elena Garro, la primera esposa de Octavio Paz, nacido también en 1914), un enamorado de los coches y un buen tenista.

LUNES, 19

José Enrique González es un zaragozano que tiene un viejo empeño desde hace algunos años: la pintura figurativa. Él es pintor y agitador cultural. Está detrás de numerosos proyectos que ha presentado sobre todo en la Agrupación Artística Aragonesa, pero también en Barcelona, especialmente en el Museo Europeo de Arte Moderno (MEAM), que dirige un barcelonés, hijo de padres zaragozanos: el arquitecto, escritor y viajero José Manuel Infiesta; fue colaborador durante un tiempo de ‘El Noticiero’.


Ahora José Enrique González coordina la exposición de 32 retratos que han nacido de un concurso que Artelibre promueve con carácter internacional. Se han presentado artistas de 20 países con 192 piezas y se han seleccionado 32. El ganador es el mexicano Edgar Noé Mendoza, y entre los seleccionados, con mención honorífica, está Paco Lafarga, con un desnudo de mujer madura sobre fondo azul. También figuran cuatro aragoneses más: Juan Monzón Gasca, con uno de sus característicos dibujos, Pedro Antonio Perales, Carlos Carnicer, que procede de saga de pintores, y la jacetana Conchita Bardají Lardiés, autora de un espléndido y matizado escorzo. El cuadro ganador puede llamar a engaño: parece una fotografía perfecta.

MARTES, 20

Christian Peribáñez, periodista de HERALDO y joven poeta, presenta en el Teatro Principal su último poemario: ‘Atlas, primera vértebra’ (Olifante. La Casa del Poeta). Lo acompañan en la mesa Juan Luis Saldaña, que elogia su sensibilidad ("posee una sensibilidad extrema. No conozco a nadie igual", dice) y la elección de un vocabulario muy personal, y Liz Otero, que recita algunos de sus versos. Se habla de identidad, de la enfermedad, del amor y del reproche. Christian dice que este es un libro más maduro, un libro hacia la luz en medio de algunas sombras. Y, entre otras cosas, recuerda al editor y crítico Joaquín Aranda: especialista en cine, teatro y música clásica. Él solía llamarlo Giacometti, aunque ese nombre, en realidad, se lo puso otro padrino afectuoso como el escritor y periodista Juan Domínguez Lasierra. Agradecido y cálido, Christian Peribáñez tiene palabras de cariño y de gratitud hacia la escritora Ana María Navales, que fue su maestra.

MIÉRCOLES, 21

El profesor, cinéfilo y escritor Luis Alegre es el conductor de un documental sobre ‘Los Magníficos’, que dirige Juan Mateo, ahora que se cumple medio siglo de su irrupción con un equipo para la leyenda. La alineación, de 1964, es casi como un poema de nombres y de sugerencias. Yarza; Cortizo, Santamaría, Reija; Isasi, Pepín; Canario, Duca (que dejaría su sitio a Eleuterio Santos), Marcelino, Villa y Lapetra. Durante la grabación, el periodista y biógrafo del Real Zaragoza Pedro Luis Ferrer recuerda que, por lo regular, el Real Zaragoza no supo despedir con dignidad a sus héroes.


Canario, invitado también a participar en el documental, es un libro abierto: este domingo cumplirá 80 años, aunque en todas partes dice que nació en 1936. Fue un error burocrático, que le hurtó dos años y que también le cambió el apellido de uno de sus hijos. Los Magníficos colocaron al Real Zaragoza en el mapa del balompié europeo: practicaban un fútbol de autor antes de que naciera este concepto. Rafael Rojas les acaba de dedicar un libro minucioso y lleno de detalles en el sello Doce Robles. Un éxito de ventas. Rafael Rojas suele decir en la intimidad: "Verme entre José Luis Corral y José-Carlos Mainer en la lista de los libros más vendidos impresiona mucho".


Impresiona mucho también el cariño que le tienen al escritor Félix Romeo Pescador (Zaragoza, 1968-Madrid, 2011) en el Instituto Grande Covián. Allí estudió y publicó sus primeros textos. Con la directora Isabel Delgado Echevarría a la cabeza, se ha creado un premio de cuentos en su honor verdaderamente excepcional: los alumnos, entre 12 y 18 años, acuden al instituto y en dos o tres horas, con diccionarios y todo lo que quieran, escriben un cuento de tres folios como máximo a partir de una frase de los libros de Félix. Se hace en castellano y en cualquier lengua del mundo. Félix, tan dado a los juegos de las letras, estaría feliz.

JUEVES, 22

Por la noche, en el Teatro de las Esquinas, diversos escritores -Carmen Posadas, Vanessa Monfort, Fernando Marías, Guillermo Busutil, Ana Merino y Adolfo García Ortega- y en dos sesiones, hablaron del cuerpo. El cuerpo y la mirada, el cuerpo de la madre anciana, el cuerpo del deseo, el cuerpo de los taxidermistas, el cuerpo y la violencia, el cuerpo que inventa la mirada. En Cálamo, Francisco Ferrer Lerín estrena su nuevo libro: ‘Mansa chatarra’ (Jekyll & Jill. Edición de José Luis Falcó). Dice, con su habitual ironía: "Me siento cómodo escribiendo poemas paleográficos de señalado aspecto experimental y, desde que comencé a utilizar mi blog como mesa de operaciones (2009), me siento cómodo redactando informes y sentidas historias, oníricas o no, de breve extensión y bonita sintaxis".

VIERNES, 23

Julio José Ordovás presenta en Antígona su primera novela, brillante y turbadora: ‘El Anticuerpo’ (Anagrama), un texto de formación que narra la vida de un joven nihilista que posee una sensibilidad rebelde, una familia particular y una obsesión por los olores. Guillermo Busutil, en Los Portadores de Sueños, explica cómo ha escrito, desde las páginas de un periódico, ‘La Opinión de Málaga’, su libro ‘Noticias del frente’ (Tropo), que constituye una denuncia de la crisis y una defensa apasionada de la cultura, del periodismo y de la palabra.


Por desgracia, jóvenes y laboriosos, se han quedado sin palabras dos personajes muy queridos: el DJ, locutor y agitador musical Alberto Genzor, entregó uno de los premios de la Música Aragonesa este mismo año, y la actriz Pilar Molinero. La vi por primera vez, creo recordar, en una función del Teatro Estable de Zaragoza. Ha sido una actriz versátil, apasionada y temperamental, que trabajó en diversas compañías, Teatro del Alba, el Estable, Teatro de la Ribera, Tranvía Teatro o con su compañero Santiago Meléndez. Pilar Laveaga, otra mujer de teatro, elogió varias veces su fuerza, su intensidad y su entrega en escena.