La DGA empezará a implantar el teletrabajo entre sus funcionarios

Arrancará un programa piloto voluntario, que se extenderá a determinados puestos y perfiles.

Un buen número de funcionarios dejarán de acudir al Pignatelli
La DGA empezará a implantar este año el teletrabajo entre sus funcionarios

Siguiendo el camino iniciado por la Universidad de Zaragoza, donde desde el año pasado ya teletrabajan un buen número de empleados, el Gobierno de Aragón va a poner en marcha en el segundo semestre de este año un programa piloto para que algunos de sus funcionarios desarrollen sus labores profesionales desde su propio hogar. La iniciativa se enmarca en el Plan de Igualdad y Conciliación de la futura Ley autonómica de Función Pública.


La intención de la DGA es que, por el momento, se vayan adhiriendo de manera voluntaria aquellos interesados para poder ir perfilando el método. La iniciativa, explican desde el departamento de Hacienda, pretende "facilitar la integración laboral de discapacitados físicos, empleados con responsabilidades familiares (madres en período de lactancia o padres con niños pequeños a su cargo, trabajadores que necesiten cuidar de una persona mayor...), trabajadores con necesidades especiales de desplazamiento y víctimas de violencia de género, entre otros.


El proyecto, que tomará forma durante unos meses hasta su implantación total, se aplicará en determinados puestos de trabajo que por sus características especiales se puedan desarrollar lejos de las sedes del Ejecutivo aragonés.


En esta definición entrarían una amplia horquilla de trabajos, que van desde puestos dedicados al estudio y análisis de proyectos, elaboración de informes, asesoría y redacción, hasta la corrección y tratamiento de documentos, inspección y gestión, así como análisis y programación de sistemas de información y comunicaciones.


La adopción de esta modalidad productiva se ha planteado como consecuencia de los resultados obtenidos por la encuesta de clima organizacional elaborada a lo largo del año pasado. "Es una iniciativa que puede resultar muy beneficiosa para la conciliación laboral de determinadas personas, para el desempeño de algunas funciones y para la mejora de servicios que recibe el ciudadano", explica el consejero de Hacienda, Javier Campoy.


Desde la consejería se subraya que el futuro texto regulador se debatirá con los representantes sindicales antes de su aprobación definitiva.


Otras experiencias


Desde la Universidad de Zaragoza, donde ya se aplica esta modalidad, explican que "para poder teletrabajar solo se necesita un ordenador portátil con conexión a banda ancha, un número de teléfono IP o móvil corporativo, herramientas para reuniones virtuales y un servicio de atención telefónica para incidencias". En el campus público, el funcionario puede realizar hasta la mitad de su jornada laboral lejos de la oficina.


El Gobierno aragonés no es el primero en dar el paso hacia el teletrabajo. Otros ejecutivos autonómicos, como los de Baleares, País Vasco, Galicia, Extremadura, La Rioja y Valencia ya han desarrollado o están desarrollando programas similares para sus empleados públicos.


En la Comunidad Valenciana, la última en elaborar un anteproyecto que regule el teletrabajo, se detalla que los trabajadores que quieran optar a esta modalidad serán sometidos a un baremo que valorará varios aspectos como la antigüedad en la función pública y sus peculiaridades personales y familiares.


Cada modelo tiene sus peculiaridades. En el caso balear, por ejemplo, quedan excluidos quienes ostenten un cargo directivo o manejen información reservada. Además, deben presentarse en la oficina al menos dos veces por semana.