Solo uno de cada tres alumnos víctimas de acoso escolar denuncia su caso

Los padres a título individual son los principales usuarios de este servicio (tres de cada cinco consultas las hacen ellos).

 Las familias de la escuela pública han editado una guía para ayudar a los padres que se encuentran ante una situación de violencia escolar, bien sea porque sus hijos son las víctimas, los agresores o los espectadores de uno de estos conflictos.


Este documento está accesible a través de la página web de Fapar (www.fapar.org) y revela que muchos de los problemas de convivencia escolar siguen en la sombra. De hecho, señala que el 30% de los escolares han participado en alguna ocasión en una situación de ‘bullying’ –ya sea como víctima o como agresor y en distintos grados–, pero que solo uno de cada tres de los que lo sufren son capaces de denunciarlo, según los datos estadísticos recogidos en la guía.


Preocupa, además, que el 34, 6% de los alumnos reconozca que no pediría consejo a su profesor en caso de encontrarse en una situación de violencia y que el 37% crea que no devolver los golpes les convierte en cobardes.


Las familias recomiendan que si unos padres detectan que su hijo es víctima de acoso escolar debe ponerse en contacto con el profesorado y con la dirección del centro lo antes posible. Además, deben explicar a los niños que si sufre algún tipo de violencia no tiene que soportarla y esperar a que pase."Hay que luchar contra el temor de una represalia por parte del acosador y explicar que la intimidación debe ser denunciada para que se pueda intervenir de forma organizada", apunta la guía.


También se requiere una actuación específica en el caso de que el niño sea el acosador."Podemos ayudar y trabajar con la escuela hablando con nuestro hijo para averiguar por qué intimida a otros niños en el centro. También podemos colaborar para que el niño repare el daño que ha causado a la víctima, desarrolle comportamientos más solidarios y evitar así que vuelva a actuar como acosador", añade el documento elaborado por las familias.


En este se apuesta por la prevención de los conflictos y, en el caso de que se produzcan, actuar ante ellos con diálogo y negociación. Para ello propone definir el conflicto, establecer los objetivos para resolverlo y ordenarlos según su importancia, diseñar las posibles soluciones, elegir una y elaborar un plan para llevarla a cabo.

Casos atendidos por la DGA


Además de esta guía, las familias cuentan con el apoyo de la asesoría de convivencia de la DGA, que el curso pasado atendió 271 consultas y la mayoría de ellas (el 86%) fueron por teléfono, seguidas de las entrevistas personales y los correos electrónicos. Pero esto no significa que se trataran 271 casos. En realidad, según explicaron en Educación, fueron 63, porque sobre un mismo caso pueden (y suelen) hacerse varias consultas.


Los datos son similares a los del curso anterior, cuando hubo 69 casos, y han bajado considerablemente desde 2009, momento en el que se contabilizaron 113. La mayoría de las atenciones se refieren a situaciones que se viven entre alumnos de Zaragoza capital y provincia, en centros de enseñanza pública y en el nivel de primaria. No porque los niños de 6 a 12 años sean más conflictivos que el resto, sino porque es la etapa en la que las familias buscan más ayuda y, por tanto, recurren en mayor medida a la asesoría. De hecho, la DGA reconoce que es secundaria la etapa con más problemas de convivencia, pero que a esas edades, los implicados suelen buscar otras vías de apoyo ajenas a la Administración.