Empresas sólidas con ideas jóvenes

Unos ya forman a los niños en las nuevas tecnologías del futuro y otros, crean documentales y videoclips de alta calidad.

La persona que le enseña a su hijo todo lo que tiene que saber sobre programación, aplicaciones móviles y robótica tiene poco más de 20 años. Al menos, si sus hijos estudian en algunos de los centros educativos (Sáinz de Varanda, Tomás Alvira, José Manuel Blecua, Los Enlaces, Castillo Qadrit o Nertóbriga, en La Almunia) en los que Daniel Espinosa (24) y Raquel García (27) imparten sus talleres.


Ellos, a pesar de su juventud, han sido capaces de desafiar todas las leyes de Murphy en cuanto a emprendimiento se refiere, crear algo de cero y sobrevivir a competidores y recortes. Seguramente, no imaginaban qué duro sería el camino cuando estudiaban FP en Los Enlaces y crearon la empresa CromDeveloper, pero ahora enseñan a las nuevas generaciones las herramientas del futuro: la programación, los microrobots y las impresoras 3D. «Cuando estábamos estudiando en el instituto decidimos empezar con esta idea y nos metimos en el vivero empresarial de Los Enlaces», explican. Ahora, trabajan en las oficinas del Centro de Incubación Empresarial (CIEM) de Torre Delicias, donde pueden acceder a un despacho por un precio reducido y reciben asesoramiento si lo necesitan.


«Adaptamos la formación a cada edad, pero a partir de los 7 años es un buen momento para empezar», explican. En el caso de los niños, crean videojuegos para los más pequeños con los que pueden aprender idiomas, y también les enseñan a programar sus propios ‘joystick’ (los mandos con los que se juega). «En algunos centros nos contratan para dar sesiones y en otros coordinamos la actividad extraescolar de Creatividad Tecnológica», explican Daniel y Raquel.


En el caso de los alumnos que tienen más mayores (en institutos o centros especializados en FP), orientan todo hacia el trabajo con microrobots. Los chavales aprenden a montarlos y programarlos, y gracias a las impresoras 3D pueden convertir en prototipos sus creaciones y animaciones virtuales.


Sobre sus dificultades para salir adelante, prefieren ver el vaso medio lleno. «En Los Enlaces nos ayudaron muchísimo, también lo ha hecho el Instituto Aragonés de Fomento (IAF) y las incubadoras como la del CIEM son una tabla de salvación», asegura Raquel.

Calidad profesional

Con el mismo empuje y la misma juventud trabajan, a pocos metros, sus compañeros de Cinemasens. También salieron de Los Enlances y también han logrado vivir de lo que les gusta. Noelia Revilla (23), Ricardo Bullón (28) y Alex Solanas (27) se han especializado en las producciones audiovisuales de alta calidad, en las que la emoción es un plus.


En su caso, han explotado una nueva vía, la de las cámaras de fotos réflex que se han convertido en valiosas herramientas de creación audiovisual. Miguel Ángel Berna, Ebrópolis o el IXFestival de Cine de Tarazona son algunos de sus clientes. Ahora, además, explotan un producto que cada vez tiene más adeptos: el de la creación de minipelículas sobre bodas o sobre algo tan simple como el día de una familia normal, pero que tienen un acabado de documental entrañable y cuidado con el máximo mimo.


«Nuestro desembolso inicial fue más grande que el de nuestros compañeros», recuerdan. Ponerse con 20 años a pedir dinero y en uno de los peores años de los recortes (el 2011) resultó una experiencia dura. Pero la familia siempre está ahí. «Hicimos un presupuesto inicial muy ajustado y nuestras familias nos dejaron el dinero. Ahora, ese préstamo está devuelto y hemos podido ir adquiriendo mejor tecnología gracias a los remanentes que vamos acumulando», explican.


El boca a boca, las redes sociales e internet son sus grandes aliados en esta aventura de la que no quieren bajarse. «Al principio te ves con 20 años, pidiendo préstamos, y se te hace un poco grande. Hay días buenos y días malos, pero estamos muy satisfechos», explica la benjamina, Noelia. Mientras, siguen abiertos a todo lo que la suerte (y el trabajo duro) les deparen.