15 minicentrales eléctricas se han quedado sin ayudas con la reforma energética

Los regantes, que fueron incentivados para crearlas, se quejan de que dejarán de ser rentables.

Riego por aspersión en un campo de alfalfa en la provincia de Huesca
Estas centrales usan el agua del riego para crear energía
HA

La puesta en práctica de la reforma energética amenaza con frenar la modernización que los regadíos aragoneses llevaban manteniendo en los últimos años. Así lo afirman desde las comunidades de regantes más grandes de Aragón, las cuales afirman que, además del sobrecoste que les ha ocasionado el incremento de la tarifas -hablan de un aumento del coste de hasta un 188%-, la supresión que el Gobierno Central ha efectuado sobre las ayudas a la producción propia de energía les va a ocasionar "deudas inasumibles".


Desde hace casi 20 años, las distintas uniones de regadíos habían implementado en su red pequeñas centrales hidroeléctricas con las que antes de regar utilizaban la fuerza del agua para generar energía que luego vendían a un comercializador. Una energía limpia y que daba un doble uso al agua que fue incentivada en los años 90 especialmente, instalándose en la Comunidad al menos 15 instalaciones de este tipo.


"Nos ayudaron a ponerlas en marcha alegando que así contribuíamos a la producción de energía, los regantes pedimos préstamos y colaboración a las empresas para poder instalarlas, y ahora, con la retirada de las ayudas, estas centrales solo nos van a generar deudas", explica José María Vinués, presidente de la Comunidades de Regantes del Canal de Bardenas, que cuenta con 4 centrales de reciente creación ubicadas en la provincia de Zaragoza.


En Aragón, además de estas cuatro, existes otras 11 repartidas entre el Canal de Aragón (3), otra en Tauste, y 7, más antiguas, en los riegos del Alto Aragón. "Las nuestras ya están amortizadas, pero aún con todo, con la entrada en vigor de la reforma van a dejar de ser rentables, e incluso pueden llegar a ocasionar pérdidas en los años en los que haya escasez de agua"., comenta César Trillo, presidente de los regantes altoaragoneses, comunidad que ya ha previsto en sus presupuestos una partida específica para devolver las ayudas cobradas el año pasado, ya que la reforma tiene carácter retroactivo, ante la imposibilidad de llegar a un punto de encuentro con el Ministerio de Industria.


Estas centrales, por las que se recibían ayudas que variaban en función del precio que marcaba el mercado, batieron el año pasado todas sus marcas de creación de energía gracias a las numerosas lluvias. En concreto, las centrales de Riegos del Alto Aragón generaron hasta el doble que en un año normal (65 GW/h), lo que ahora debido a la devolución se ha convertido en un arma de doble filo. Desde la DGA el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Modesto Lobón, ha dicho que defenderá en Madrid la implantación de un IVA reducido para los regadíos que alivie la situación de los agricultores, algo que esta misma semana contradecía el PSOE, que pedía al Gobierno de Aragón que se plante ante Industria para evitar la "ruina de los regantes aragoneses y a todo el sector agroganadero de la Comunidad".

Hasta 100.000 euros por cada central


La situación más complicada es la que se le ha presentado a los regantes del Canal de Bardenas. Esta comunidad instaló sus cuatro centrales en 1997, 1999, 2001 y 2011, “época en la que se buscaba sacar mayor rentabilidad a los embalses y se primaba las renovables”, explica su presidente, que asegura que a partir de esta campaña se tendrán que enfrentar a unas deudas de hasta 400.000 euros entre la devolución de ayudas y el pago de los préstamos que pidieron en su momento.


“Lo que no encontramos coherente es que se incentive tanto una materia para luego dejarlo a medio camino”, comenta Vinué.


Los regantes entregaron en el mes de febrero varias solicitudes a Industria para que modificara el borrador el decreto. Entre ellas, además de pedir que se vuelva a la tarifa estacional que disfrutaron hasta 2008, los agricultores piden que, “al menos”, se les deje consumir la propia energía que ellos producen en sus minicentrales, ya que ahora mismo por norma están obligados a venderlas a una compañía para que pase a la red central.