Parques infantiles con sello aragonés

Tres grupos de estudiantes de Ingeniería de Diseño Industrial y Desarrollo de Producto en la Universidad de Zaragoza acaparan todos los premios del concurso nacional sobre diseño de equipamiento urbano para zonas de juego.

Los parques infantiles en los que jugarán los niños a corto o medio plazo podrían salir de la creatividad y del buen hacer de los jóvenes aragoneses. Doce estudiantes de segundo curso del grado de Ingeniería de Diseño Industrial y Desarrollo de Producto de la Universidad de Zaragoza se han alzado con todos los premios del concurso nacional ‘Premio al Diseño 2014 de equipamiento urbano para zonas de juego’ en la categoría de diseñadores noveles.


La idea de participar en este certamen surgió en la asignatura de Taller de Diseño II, donde estos alumnos y el resto de sus compañeros comenzaron a pergeñar ideas de parques infantiles. Después de entregar los proyectos a sus profesores, se lanzaron a competir con otros futuros ingenieros de otras universidades de Valencia y Madrid.


El jurado del concurso –convocado por la Asociación Española de Fabricantes de Mobiliario Urbano y Parques Infantiles– designó como finalistas a tres de los proyectos presentados por los estudiantes aragoneses. El elegido en primer lugar fue el elaborado por Sergio Blanco Hernández, Laura Nerín García-Miralles, Pilar Romeo Colás y Víctor Figuerola Esteban. «Después de darle muchas vueltas y de encuestar a niños y padres, descubrimos que la temática que más gustaba a todos era la de los bosques, la jungla... Todo lo que tenía que ver con los árboles y la naturaleza», cuenta Víctor Figuerola.


Por ello, decidieron crear un parque infantil formado por una combinación de árboles cuyas ramas encajan entre sí y forman una especie de malla (ver diseño en la parte superior de la página). «La idea era recrear la experiencia que proporcionaría jugar en una selva: los niños pueden pasar por puentes colgantes, lanzarse con lianas...», relata Víctor en nombre de sus compañeros de equipo.


Otro de los grupos seleccionados por el jurado fue el formado por Alfonso Lample Yubero, Sandra Álvarez Lanuza, Sheila Cases Bueno y Elías Labarta Serna. Ellos barajaban si proyectar un parque basado en los castillos, en un cohete espacial o en las golosinas. «Escogimos crear Chuchelandia, pero la profesora nos dijo que no hiciéramos una temática concreta, que innováramos. Así que creamos Bubble park», afirma Sandra Álvarez.


De este modo –explican los componentes del grupo– crearon un parque abstracto con camas elásticas, pasarelas de muelles para dar una sensación de ingravidez, juegos interactivos... y en el que las empresas que lo adquieran pueden elegir los materiales y los colores.


El tercer proyecto premiado es un parque de súper poderes ideado por Marta Ríos Pizá, Nerea Fernández Sánchez, Iris Gonzalo Martín y Ramiro Perera Contreras. «Pretendíamos que los niños se sintieran como superhéroes mientras jugaban con estos juegos. Por ejemplo, hay dos toboganes transparentes que se cruzan, pero los niños no lo perciben. Por lo tanto, esperan aparecer al final de un tubo, pero terminan al final de otro. Es como si se teletransportaran», argumenta Marta Ríos. Los componentes de este grupo apuntan que los pequeños también pueden disfrutar en este parque de la sensación de velocidad gracias a las tirolinas.


La entrega de premios tuvo lugar el pasado 4 de marzo en la Feria de Zaragoza y las empresas del sector tomaron buena nota de los currículos de estos jóvenes. «Todos ellos coinciden en que la experiencia ha requerido trabajo, pero ha sido «divertida, positiva y muy gratificante». «Y quién sabe si en el futuro a alguno de aquí nos sale un trabajo», añaden.