Marruecos expulsa a 4 aragoneses por intentar entrar en el Sahara

Las autoridades consideran que hay mucha agitación en la zona y no deja entrar a extranjeros.

Los cuatro aragoneses, este lunes en el aeropuerto de Marrakech
Marruecos expulsa a cuatro aragoneses por intentar entrar en el Sahara



Los cuatro aragoneses expulsados este lunes de Marruecos tras intentar visitar el Sahara continúan a la espera, en el aeropuerto de Marrakech, para intentar establecer un acuerdo con las autoridades marroquíes para volver a España. Diego Marín, Raúl Ramón, Laura Soteras e Irene Bailo llevan más de siete horas intentando llegar a un acuerdo.


Roberto Gracia, portavoz del suceso en España ha explicado que las autoridades marroquíes se han negado a pagar un vuelo para devolver a los aragoneses a España y que están estudiando, junto con la Cónsul, la manera de regresar.


Al parecer, también se baraja la opción de que los integrantes de Solidaridad Aragón-Sahara permanezcan en la ciudad hasta el miércoles 23, día en el que tenían comprado el billete de vuelta.


Los cuatro expulsados, que pertenecen a las Brigadas de Solidaridad Aragón-Sahara, ya fueron enviados a la ciudad marroquí de Agadir después de no conseguir entrar en El Aaiún, la capital del Sahara.


"No se les acusa de nada", explica Roberto Gracia, amigo de los cuatro aragoneses y que les ha estado ayudando desde Zaragoza. Los brigadistas llegaron al aeropuerto de Marrakech el pasado 16 de abril y desde allí se dirigieron a El Aaiún en un autobús, en el que también viajaban ciudadanos marroquíes y saharauis.


"En el último control antes de la ciudad, a unos 5 kilómetros, les hicieron bajar por ser extranjeros", asegura Gracia. La policía argüía que la ciudad vivía mucha agitación, "que había manifestaciones y que no era agradable", por lo que no les permitió entrar. Gracia apunta que una treintena de personas han sido expulsadas de la ciudad en los últimos días "para evitar que vieran lo que pasaba". 


El Sahara está a la espera de que se renueve el mandato de la MINURSO, la Misión de la ONU para el Referendum en el Sahara Occidental, y la petición de que se incluyan entre sus competencias la vigilancia del respeto a los derechos humanos.


El autobús siguió su camino, pero los cuatro aragoneses se quedaron en tierra. Les quitaron los móviles y las maletas y les pidieron que firmasen un papel, algo a lo que se negaron. Finalmente fueron obligados a subir a un taxi destino a Agadir. En él, grabaron un video en el que cuentan su experiencia. "Hasta que no nos hemos metido en el taxi, con empujones y con algún agarrón, no nos devolvieron los móviles", explicaba Raúl Ramón.


Tras pasar algunos días en la ciudad, los cuatro decidieron viajar a la localidad de Tan-Tan, cercana a la frontera con el Sahara, pero de nuevo les impidieron bajarse. Por fin, decidieron volver a Marrakech, donde les acogieron en una casa. Sin embargo, recibieron una orden de expulsión del país, por lo que han esperado durante horas que se les incluya en algún vuelo de vuelta a España, ya que ellos carecen de medios para pagar el pasaje.


"El consulado está gestionando la vuelta con la policía marroquí", indica Gracia, quien asegura que se encuentran en buenas condiciones, aunque controlados en todo momento por varios policías.