Las previsiones del Gobierno de Aragón fallaron. Y lo hicieron por segundo año consecutivo y podría volver a repetirse en 2014. El Ejecutivo de Rudi solo consiguió ingresar el año pasado 436.424 euros por venta de patrimonio frente a los 12 millones de euros presupuestados. Así consta en la ejecución presupuestaria oficial de la DGA del año 2013, donde el capítulo de enajenación de inversiones reales se sitúa en una ejecución de tan solo el 3,64% frente a otros que superan el 80%. En ingresos, en total, se ejecutaron el 95% durante el pasado ejercicio.

Sin embargo, la venta de patrimonio sigue siendo un punto negro tanto en la presupuestación como en la liquidación autonómica. Pero lejos de adaptar las previsiones a la situación del mercado inmobiliario y a la crisis económica, el Departamento de Hacienda sigue fijando cuantías elevadas que no se ajustan a la realidad. En 2012, ocurrió algo similar. También se previeron 12 millones por enajenación de terrenos e inmuebles, pero solo se ingresaron 300.192 euros, el 2,50%.

En ese ejercicio, además, destaca que la venta de patrimonio se introdujo como una de las medidas del plan de ajuste que la DGA tuvo que hacer tras el incumplimiento del déficit en 2011 para reequilibrar el gasto y los ingresos. De hecho, lo vendió como un ‘Plan de venta de inmuebles’ que se debía desarrollar en doce meses. Los bienes incluidos sumaban un valor catastral de 44,8 millones de euros, pero la Comunidad los valoraba en 32,9 y se preveían ventas por valor de 11,65 millones. El Gobierno autonómico incluso contempló una rebaja de precios para poder hacer caja y plasmó que el edificio del antiguo Casino Montesblancos y otro en el polígono Malpica ya tenían empresas interesadas en adquirirlos. Pero no fue así.

De hecho, el Casino se sacó a subasta antes de verano del año pasado por 1,5 millones con la obligación de presentar una fianza de 380.000 euros. Pero el único licitador que había no pudo hacer frente a esta garantía y la puja quedó desierta. Desde entonces, nada se ha sabido.

No obstante, pese a que las previsiones no se han cumplido durante los dos presupuestos responsables del Gobierno de Rudi (2012 y 2013), en 2014 las cuentas autonómicas fijan ingresos por venta de terrenos y bienes por una cifra muy superior a ejercicios anteriores: 29 millones de euros. Buena parte de este importe se fía a la venta de los juzgados de la plaza del Pilar después de que el edificio quedara vacío con el traslado de las dependencias judiciales a la Ciudad de la Justicia en la Expo.

En las previsiones autonómicas se incluye, en concreto, tres propiedades muy concretas: una es el chalé de la calle de Lagasca, que sirvió durante años como sede del Juzgado de Menores; otra es un piso en la plaza del Pilar de más de 250 metros cuadrados dentro de las dependencias judiciales, y una tercera, un local de 700 metros cuadrados que utilizó el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria.

En el listado de bienes con el cartel de ‘se vende’ también se encuentra el complejo donde se situó la antigua universidad laboral, el pabellón de Aragón de la Expo y varios pisos y locales.

Precisamente, en noviembre del año pasado, la DGA logró recaudar 1,3 millones en una subasta pública en la que se incluían solares y fincas en las tres provincias. Casi una veintena de inmuebles procedían de abintestatos (fallecidos sin realizar testamento) y una decena del patrimonio de la propia Comunidad (entre ellos una finca en Plaza por 880.000 euros). El dinero obtenido por los bienes de abintestatos se reparten entre entidades sociales que presenten los correspondientes proyectos.

Críticas de CHA

Fuentes de la DGA argumentaron que la baja ejecución en la venta de patrimonio de 2013 se debe a que se quiere vender «en las mejores condiciones»y en el actual contexto económico «es difícil» y no se va a hacer «a cualquier precio». Además, destacaron «la elevada ejecución del presupuesto de ingresos global». Por su parte, el portavoz de CHA, José Luis Soro, denunció que esto demuestra que el presupuesto es «mentira» y se plantean «ingresos ficticios». «Se están inflando», censuró.