Cerrada la capilla ardiente tras más de 30.000 visitas

Sus restos mortales serán trasladados este martes a Ávila para darle sepultura.

Multitudinaria despedida a Adolfo Suárez
Multitudinaria despedida a Adolfo Suárez

Más de 30.000 personas han visitado ya la capilla ardiente del expresidente Adolfo Suárez desde que fue instalada en el salón de Pasos Perdidos del Congreso, según los datos facilitados por el presidente del Congreso, Jesús Posada.


En declaraciones a los medios en la Puerta de Los Leones del Congreso, Posada ha dicho estar "orgulloso de la imagen de unidad y consenso" que se ha traslado por todas las fuerzas políticas en torno a la figura de Suárez.


Posada ha vuelto a dar muestras de cariño a la familia Suárez poco antes de que la capilla se cierre a las 10.00, al igual que algunos diputados y ciudadanos que se acercan a rendir homenaje al primer presidente de la democracia en los últimos minutos y antes de que sea trasladado a Ávila, donde recibirá sepultura.


A las puertas del Congreso todo está preparado para despedir con honores de Estado a Adolfo Suárez, con la presencia en formación de representaciones de los tres ejércitos y de la Guardia Civil.


La capilla ardiente de Adolfo Suárez se reabió sobre las siete de la mañana, una hora antes de lo previsto, para dar entrada a los ciudadanos que, pese al frío de la madrugada, esperaban poder dar el último adiós al expresidente del Gobierno.


Una larga cola de ciudadanos esperaban en la Carrera de San Jerónimo para poder entrar al Salón de Pasos Perdidos donde se encuentra el féretro del expresidente.


La capilla ardiente se había cerrado a las 02.18 de la madrugada por expreso deseo de la familia, tras entrar esta madrugada la última persona que se encontraba en la cola, formada por miles de ciudadanos.


La familia decidió retirarse a descansar para volver a primera hora a la capilla ardiente.

Despedida en Cibeles


Tras el cierre de la capilla ardiente, a las 10.00, el féretro será depositado sobre un armón de artillería y, seguido a pie por la familia y las autoridades, será conducido por la Plaza de Cánovas del Castillo (Neptuno) y el Paseo del Prado, hasta llegar a la plaza de Cibeles.


En principio, el cortejo fúnebre iba a concluir en la Plaza de Neptuno, pero se ha decidido ampliar su itinerario para facilitar que todos los ciudadanos que así lo deseen puedan rendirle su último homenaje.


Después de una despedida del duelo con toque de oración, descarga de fusilería de la Guardia de Honor y desfile en la Plaza de Cibeles, el féretro será introducido en un furgón que lo transportará hasta la Catedral de Ávila, donde los restos mortales del expresidente del Gobierno recibirán sepultura, junto a los de su mujer, Amparo Illana.


Jornada de duelo


Miles de personas esperaron este lunes durante horas guardando una cola de varios kilómetros en el Congreso para rendir un sentido homenaje en su capilla ardiente a Adolfo Suárez, primer presidente del Gobierno de la etapa democrática y artífice junto al Rey de la Transición española.


Pese a la fina lluvia que caía sobre Madrid, un goteo incesante de ciudadanos se fueron acercando hasta el Palacio de la Carrera de San Jerónimo, escenario de algunos de los episodios más relevantes de la vida política del expresidente.


A escasos metros del hemiciclo, lugar en el que Suárez se enfrentó el 23F a los golpistas que intentaban acabar con la incipiente democracia española, yacía el féretro con sus restos mortales.


Cada ciudadano que, después de la larga espera, fue pasando por el Salón de Pasos Perdidos le rindió homenaje a su manera, siempre en un ambiente de respetuoso silencio.


Unos se pararon ante el féretro y se santiguaban, los más inclinaban la cabeza como muestra de respeto, también hubo quien le lanzó besos con la mano, o quien llevaba un ramo de flores, que se sumaron a las decenas de coronas funebres enviadas por todas las instituciones del Estado.


"Vamos a reconocerle ahora, después de muerto, lo que no se le ha querido reconocer en vida", contaba Macario, madrileño de 74 años, que aguantó la espera junto a su amigo Octavio que, como muchos otros, asegura que fue para rendir homenaje a la figura de Suárez, hacia el que tiene "mucha admiración y simpatía".


Como Isidoro, quien destacó que el expresidente Suárez "ha sido una persona entrañable" y añadió que todos los españoles deben agradecerle su trabajo: "Más los que le conocimos, porque somos de esa época".


Entre otro grupo de mayores que acudieron a las Cortes están Marisol y Pepita, dos hermanas asturianas que llegaron a las ocho de mañana, cuatro horas antes de que se abriera al público la capilla ardiente, y para quienes es "el único político, pasado, presente y futuro".


Ellas, además, lanzaron un mensaje para los periodistas que les preguntaban: "Vosotros, que sois jóvenes, tenéis que luchar por la ética", una ética que se echa en falta, dijo, en los políticos de ahora.


A lo largo de toda la jornada, el presidente del Congreso, Jesús Posada, fue recorriendo la larga fila que, en algunos momentos, ha llegado hasta las inmediaciones de la Puerta del Sol, para agradecer a los ciudadanos el gesto de cariño y el homenaje al expresidente.


"Me parece muy justo que muchos ciudadanos vengan a darle las gracias, porque realmente le deben lo que ha sido la España de estos últimos cuarenta años", añadió.

Los jóvenes, los más madrugadores

No solo quienes compartieron generación con Adolfo Suárez acudieron el lunes al Congreso.


De hecho, los más madrugadores fueron dos jóvenes licenciados de Periodismo que durante la carrera hicieron un trabajo sobre la Transición y tenían la "espinita" de no haber podido entrevistar a Suárez, como sí pudieron hacer con otros protagonistas de aquellos años, como Manuel Fraga o Santiago Carrillo, ya fallecidos.


Alfonso y Marisa, de 18 y 19 años, originarios de Tenerife y que se encuentran en la capital estudiando, también rindieron homenaje al expresidente.


Marisa afirmó que vino "para darle las gracias por vivir en democracia y libertad" y señaló que, "aunque solo era una persona", su figura es "el ejemplo y el modelo de político".


A pocos metros, Isabel, que se desplazó desde Málaga, quiso recordar a Suárez con mucha añoranza, como "un hombre íntegro", mientras que Pedro, acompañado de su hijo de tres años, opinaba que Suárez era un "patriota" y que "tenía un concepto de España que muchos quisieran tener".


"Quiero que mi hijo aprenda de él porque luchó por todos los españoles. Es triste que se le reconozca ahora que ha muerto", dijo.