La desgracia de ser galgo

Protectoras e instituciones coinciden en que el fin de la temporada de caza eleva el abandono animal.

Uno de los galgos rescatados en Zaragoza en 2014
Uno de los galgos rescatados en Zaragoza en 2014

En lo que va de año, solo en Zaragoza se han rescatado unos 100 galgos, coincidiendo con el final de la temporada de caza. Son los datos que maneja Patricia Navarro, delegada provincial de la protectora Galgo Leku.


Galgo Leku recoge el 98 % de los galgos abandonados en Zaragoza. Los animales son rescatados de la calle o de perreras, aunque en los últimos años son muchos los galgueros que se dirigen directamente a la asociación."Estamos hablando de personas que traen animales de cinco en cinco, y que nos llaman para deshacerse de ellos porque hay más concienciación social o no se quieren gastar los 80 euros de la perrera", explica Marta Pastor, de Adopta Zaragoza.


Esta es una de las razones de que no exista un registro de los casos de abandono o maltrato de galgos en Aragón. Fuentes de la Guardia Civil afirman no tener constancia de estos abandonos. El problema radica en que la tónica general no es denunciar y muchas veces quienes rescatan a un galgo acuden directamente a las protectoras. En esta misma línea, la representante de Galgo Leku explica que "en la mayoría de los casos, los perros rescatados no tienen chip y es imposible localizar al dueño". Es por eso que desde el SEPRONA hacen un llamamiento a la colaboración ciudadana a través de la Oficina de Atención al Ciudadano de su web.


Las penas por maltratar a un animal, ya sea por acción u omisión, pueden ir desde los 60 hasta los 150.000 euros dependiendo de la gravedad de los hechos según se recoge en la Ley animal, ley 11/2003 de 19 de marzo de protección animal en la Comunidad Autónoma de Aragón.

En Aragón, menos habitual

La caza con galgo es una costumbre muy arraigada en el sur de España pero no muy extendida en Aragón, según explica Daniel Sipiera, delegado provincial de la Federación Aragonesa de Caza. Además, se trata de una modalidad no adscrita a la Real Federación Española de Caza y que está prohibida en el resto de países de la Unión Europea.


En el territorio aragonés hay cerca de 30.000 cazadores federados, y "más del 90% usa perros de caza". Desde la federación, "condenamos absolutamente estas prácticas, que son más propias de desalmados. Es un animal al que crías desde pequeño y le coges cariño, estos actos son rechazados por la mayoría de los cazadores", explica Sipiera, quien además advierte que los cazadores son sometidos a controles muy rigurosos, y "no se arriegan a tener un animal sin registrar, porque en cualquier momento te pueden pedir los papeles". Por su parte, Ángel López, de la Federación Española de Caza, asegura que "la RFEC condena de manera radical esta práctica y jamás podrá considerar cazadores a este tipo de personas que son capaces de hacer semejante atrocidad".


Sin embargo, según los datos de Galgo Leku, en lo que va de 2014 ha habido más abandonos que en 2013 por estas fechas. "A día de hoy ya hemos recogido un centenar de mascotas y siguen aparenciendo más", asegura Pastor. Estos animales son rescatados de pozos, carreteras o vagando perdidos y a punto de morir de inanición, con muchos traumas físicos y psicológicos. Sin embargo, el rescate en estas condiciones se ha convertido en el mejor de los casos. "Resulta imposible contabilizar las muertes de galgos porque muchos están sin registrar y los cuerpos no aparecen. Afortunadamente en Aragón no es muy habitual", asegura Pastor.

El mes negro

Tan solo en España se rescatan más de 50.000 galgos al año según los últimos datos de SOS Galgo. Además, el último Estudio Affinity demuestra que el 21% de los casos de abandono de animales se producen durante el mes de febrero.


Datos arrojados por el citado estudio constatan que más del 10% de los animales abandonados en España guardan relación directa con el inicio y la finalización de la temporada de caza. Desde Galgo Leku aseguran que hay dos periodos de repunte del número de abandonos: febrero y octubre. En los dos últimos meses de 2013 se rescataron más de 50 galgos de un total que superó los 200 lebreles. "En ocasiones los perros no cazan lo que se espera a pesar de que han sido entrenados durante meses y los galgueros se deshacen de ellos porque son un gasto", lamenta la portavoz de Adopta Zaragoza.


Desde las protectoras de animales y numerosas asociaciones se defiende la prohibición de esta modalidad de caza con galgo en España, como ya se ha hecho en otros países de Europa como en Alemania en 1952, Bélgica en 1995, Escocia en 2002 o Reino Unido en 2004. Recientemente la realizadora catalana Irene Blanquez estrenó el documental 'Febrero, el miedo de los galgos', el cual plasma la realidad de esta raza en España.