La crisis política impulsa 10 nuevos partidos en Aragón y 1.300 en España

El desencanto con las siglas tradicionales y las acciones ciudadanas dan alas a nuevas formaciones.

Acto del Partido X en Mallorca
La crisis política impulsa 10 nuevos partidos en Aragón y 1.300 en España

Los hay municipales, regionales o nacionales, de personalidades públicas o anónimos, de izquierdas, de derechas, de centro, ciudadanos... El número de partidos políticos de nueva creación vive estos años de crisis económica un 'boom' sin precedentes. Desde 2007 y hasta el pasado viernes, un total de 1.347 nuevas formaciones políticas se habían dado de alta en toda España en el registro oficial del Ministerio del Interior.


Una ola de participación política de la que Aragón se mantiene en cierta medida al margen, ya que en ese periodo apenas han aparecido diez nuevas siglas en el espectro ideológico y participativo de la Comunidad.


Desde Tierra Aragonesa a Compromiso por Aragón, pasando por Puyalón, La Voz Independiente de Aragón u otros más minoritarios como el Partido Independiente de Las Lomas (Zuera) configuran algunas de las incorporaciones más recientes. Son en su mayoría de carácter regional o muy localista, más allá de las formaciones nacionales con delegación en la Comunidad. Política Liberal, Unión Independiente de España, Comienzos Nuevos, Bloque Aragonés y Somos también han visto la luz estos años.


En general, los datos y las sensaciones en la calle hablan de un impulso de participación política inusitado hasta la fecha. El hartazgo de la ciudadanía con las siglas tradicionales, los casos de corrupción, y movimientos de respuesta como el 15M tiran del carro de las nuevas ideas.


Según Francisco Palacios, profesor titular de Derecho Constitucional en la Universidad de Zaragoza y presidente de ATTAC, existen varios motivos que explican esta tendencia. Y uno de ellos es la facilidad para dar de alta un nuevo partido. “Desde la Ley de 2002, crear un partido no requiere sino un procedimiento administrativo muy sencillo: un documento, varias firmas y un registro”, señala.


Además, hay quien se da de alta simplemente por “ganas de crear un club de amigos para reivindicarse de forma grupal, sin mayor pretensión electoral”. Otros en cambio lo hacen para generar un registro que pueda proporcionar derechos exclusivos de apropiación sobre la marca, quizá con intenciones de sacar rédito económico en un futuro.


Y finalmente, aquellos que realmente desean participar activamente en la lucha política y electoral. Entre estos últimos, Palacios destaca tres vías ideológicas generales en los últimos años: los partidos ciudadanos, los de catarsis alternativos y los de escisión.


Entre los primeros se encuentran organizaciones como Ciudadanos o UpyD, en los que se busca una “regeneración de la vida pública” y se reivindica “una transparencia de la Administración pública y un control de las instituciones políticas”, indica, aunque los temas ideológicos se manejen de forma similar a como lo hacen los partidos hegemónicos (PP y PSOE).


En el segundo grupo se enmarcarían propuestas como el Partido X, presentado esta semana en Zaragoza, o Podemos, herederos del espíritu del 15M. Estas formaciones “pretenden ir mucho más allá a través de una reconstrucción de un Estado Social demolido por la convergencia europea y el consenso de la partitocracia tradicional”, explica Palacios, quien destaca de su programa de ideas la reconstrucción de los servicios sociales esenciales y una renacionalización de los sectores y sectores públicos estratégicos. Además, aspiran a generar mecanismos de participación civil-popular “inéditos hasta este momento”.


Por último, destaca la aparición de partidos de escisión, que nacen de divergencias personales en el seno de formaciones ya existentes. Es el caso de Vox, una rama saliente del Partido Popular consecuencia de choques internos y del tratamiento del Gobierno en el tema del terrorismo.