"El Gobierno debe garantizar la correcta alimentación de los niños"

Lourdes de Torres es la coordinadora en Aragón de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA). Colabora con asociaciones de padres y administraciones en el análisis de menús escolares. También es responsable de la Unidad de Dietética y Nutrición del Hospital Miguel Servet.

En las últimas semanas se ha debatido mucho sobre la cantidad y calidad de los menús escolares. ¿Se come bien en los comedores escolares?

Llevo muchos años colaborando con asociaciones de padres y dando formación sobre la dieta equilibrada para los niños. La SECDA siempre ha tenido un interés especial en el buen desarrollo de la alimentación en los comedores escolares y ha publicado diversos estudios, como el 'Libro blanco de la alimentación escolar'. Estoy muy contenta de ver que Salud Pública va a supervisar de manera aleatoria y continuada los menús de los colegios. Es bueno tener un control externo que asegure que los menús son los adecuados, sin abuso de alimentos procesados, ni exceso de fritos y salsas, y contando con fruta y yogur en los postres.

¿Con qué frecuencia se debería servir fruta de postre en los comedores escolares?

Lo ideal sería que todos los días se sirviera fruta y yogur. Si los presupuestos no lo permiten, se puede alternar de postre unos días fruta y otros yogur. El pescado debería servirse en los comedores dos o tres veces a la semana. Y legumbre también dos días, combinada con verdura, pasta y arroz. Es muy recomendable que como acompañamiento se sirva ensalada. Y es mejor dejar las sopas y purés para las cenas, porque es más socorrido y menos pesado. Es bueno que los padres colaboren y conozcan los menús escolares, así pueden organizar el resto de las comidas de sus hijos para que todas ellas sean complementarias entre sí.

¿Se abusa de los precocinados en los menús escolares?

En algunos sí. Y lo sé porque varias asociaciones de padres me mandan los menús a principios de año o trimestralmente y los reviso. Me sigue sorprendiendo tener que quitar algunas veces postres como leche con cacao y galletas, porque eso es una merienda o un desayuno, nunca un postre. O ver cómo se repiten los flanes y las natillas. Deberían ser sólo para ocasiones especiales. También se abusa en ocasiones de empanadillas y croquetas. Hay que sacar la lupa para ver el relleno y averiguar de qué son realmente.

El Justicia pedía hace unos días que se supervisen los menús escolares. ¿Los controles nutricionales que se hacen ahora a los menús escolares, tanto en las empresas de catering como en los centros, son suficientes?

Si en el devenir diario se encuentra algún déficit es que los controles no han sido suficientes. Los menús escolares deben ser perfectos todos los días de la semana y eso es lo que Salud Pública, como autoridad competente, debe vigilar aleatoriamente pero de manera continuada. Todos los días debe haber varios colegios que sean inspeccionados, de manera que al final de curso todos lo hayan sido varias veces. Y me parece imprescindible que los padres también conozcan y controlen, porque es parte de su obligación como padres, aunque el grueso de la inspección lo dejen en manos de la autoridad.

Actualmente en Aragón, las empresas de catering que sirven en los colegios siguen unas recomendaciones de una guía de comedores editada por el Gobierno de Aragón. ¿Cree que se debería aprobar una normativa más específica y de obligado cumplimiento, como reclaman las asociaciones de padres?

En alguna reunión de la Estrategia de Promoción de la Alimentación y Actividad Física Saludables en Aragón, de la Dirección General de Salud Pública, hemos propuesto hacer más concreta la normativa actual, sobre todo en los componentes nutricionales, no sólo en lo concerniente a las inspecciones de calidad. Hay que vigilar que los menús escolares sean equilibrados y cumplen los porcentajes de nutrientes que comporta una dieta equilibrada. Como profesional abogo porque nos sentemos y revisemos las guías existentes y las acotemos debidamente.

¿Desayunan bien los niños antes de ir al colegio?

Aquí no hay generalidades, depende de la implicación parental, y/o de las posibilidades económicas. En ningún caso debe permitir la sociedad que un niño no vaya desayunado al colegio de manera completa. Si el déficit es por falta de recursos, el Gobierno con nuestros impuestos debe paliar esa necesidad. Si el déficit es por dejación de funciones de los padres, hay que detectarlos, formarlos y hacer seguimiento.

¿Cómo afecta la alimentación al rendimiento escolar?

El niño en el colegio tiene desgaste físico e intelectual, por eso es fundamental que vaya con las reservas bien cargadas. Si un niño no está bien alimentado, no puede rendir en clase, ya que su cerebro le está demandando nitrógeno y glucosa para poder reaccionar.

¿Cómo ha afectado la crisis a los menús familiares?

Muchas familias han visto reducidos o desaparecidos sus ingresos, y han disminuido la ingesta de algunos alimentos, por lo tanto de sus nutrientes. No me parece de recibo que en el siglo XXI, en una España que pertenece al primer mundo, haya niños que no coman suficiente por falta de recursos. No podemos mirar hacia otro lado. Un niño tiene un derecho inalterable a poder hacer 4-5 ingestas al día y si los padres no las pueden suministrar, lo tendrá que hacer los gobiernos. Un niño tiene que comer en casa o en el comedor escolar o de fiambrera, pero tiene que ingerir todos los días la proteína, las grasas, los carbohidratos, las vitaminas y los minerales que por su edad y por su actividad física e intelectual, requiera. Y eso no es negociable. El Gobierno debe garantizar la correcta alimentación de los niños.

¿Están detectando casos de malnutrición infantil?

Las sociedades de nutrición que conformamos la federación española (FESNAD) estamos preocupados porque cada vez se van detectando más casos de desnutrición en algunos niños. Antes los problemas de malnutrición en niños se daban por exceso. La obesidad infantil sigue siendo una epidemia, según se detecta en cada uno de los estudios Aladino que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria hace periódicamente. Se daban y se dan casos de malnutrición en pacientes ancianos. Pero con motivo de la crisis, la desnutrición infantil está conviviendo con la obesidad infantil.

¿Comer bien es caro?

Comer sano no es caro. Resulta más caro quitarse el hambre con chucherías o con bolsas de 'snacks', que además de no nutrir sólo aportan calorías vacías y grasas y azúcares. La calidad no tiene por qué ser cara. Hay muchos alimentos saludables que son abundantes y fáciles de producir y de adquirir.

¿Nos falta educación alimentaria?

Pudiera ser, por eso es tan importante transmitir a la población la importancia de llevar una dieta sana y equilibrada. Los nutriólogos tenemos la obligación de formar y colaborar con otros profesionales sanitarios para que a su vez formen a sus pacientes. No debemos caer en modas, sino transmitir los mensajes saludables siempre basados en la evidencia científica. Por ejemplo, el pescado congelado: si ha sido capturado y congelado de forma seguida no ha perdido la calidad nutricional ni de seguridad.

¿Hemos avanzado o retrocedido en España respecto a la calidad de los que comemos?

Me da pena tener que decir que hemos retrocedido, máxime cuando todo lo tenemos más a la mano. Los consumidores debemos exigir que nos ofrezcan calidad, y debemos exigir a las autoridades que controlen que todas las normativas se cumplan para que ningún productor ni distribuidor pueda saltárselas. Otra cosa es que los consumidores también debemos exigir que no haya tanto desfase entre lo que cobran los productores y lo que pagamos los consumidores. Reivindico absolutamente que cuidemos nuestra cultura alimentaria y nuestra dieta secular que es la dieta mediterránea. Sin dar la espalda a muchas costumbres de otros países que poco a poco se van implantando, pero sin apartarnos de esta dieta variada española, en la que tenemos que formar a nuestros chicos en casa y en los comedores.