Zaragoza

Las brigadas de limpieza borran más de 15.000 grafitis cada año

Trece equipos se encargan de limpiar y repintar las zonas de la ciudad más afectadas por las pintadas y otros tipos de vandalismo. Su presupuesto anual es de 140.000 euros.

Dos operarios eliminan pintadas en Zumalacárregui
Dos operarios eliminan pintadas en Zumalacárregui

Según a quien se pregunte se trata de arte... o de gamberrismo. Bien planteado y trabajado, un original grafiti pueden decorar un espacio deslucido y dotar de vida un rincón abandonado de una ciudad. Sin embargo, la realidad que en ocasiones se encuentran muchos vecinos de Zaragoza es bien diferente.


Garabatos, mensajes de todo tipo, dibujos obscenos, insultos a personajes públicos... las pintadas que ensucian las paredes de la capital aragonesa son de todos los colores y pelajes. Combatirlas y eliminarlas no le sale gratis a las arcas municipales.


El presupuesto anual para dar lustre y brillo a los paseos y calles zaragozanas es de unos 140.000 euros. Con esa partida la contrata cubre las intervenciones que realizan las brigadas que retiran carteles de la vía pública, eliminan manchas del pavimento y limpian los trazos de pintura rebelde.


En total, cada año se suprimen más de 15.000 pintadas en la ciudad consolidada y en los barrios rurales. En la primera se reparten once equipos de limpieza adscritos a los 30 cuartelillos de FCC en la capital aragonesa, mientras que otro trabaja íntegramente en los barrios rurales.


A estos, que centran fundamentalmente sus esfuerzos sobre la propia pintada, se suman otros dos que culiminan aquellos trabajos más complicados en lo que hay que emplear disolventes y recuperar la capa original de pintura.


Las brigadas, que tienen rutas asignadas, tardan poco tiempo en localizar una nueva demostración de gamberrismo. "La mayoría de las actuaciones las plantean los propios trabajadores tras pasar por el lugar. De las 15.000 pintadas que se quitan, solo en unas 200 se actúa tras un aviso del Ayuntamiento o de la Policía", explican desde FCC. La mayor parte de estas son ofensivas hacia algún cargo público.


Las zonas más problemáticas


No resulta complicado imaginarse cuáles son los puntos de Zaragoza que acumulan más pintura. "Hay dos polos fundamentales: los alrededores de los institutos y las zonas de marcha", señalan desde la contrata. "Se podría decir que la calle clásica, en la que siempre aparecen nuevas pintadas, es Zumalacárregui, y también el Casco y la zona de Moncasi, aunque ahora menos porque hay menos bares", concluyen estas mismas fuentes.