La relaciones entre el PP y el PAR en el Gobierno de Aragón han alcanzado un punto de máxima tensión. Las últimas condiciones exigidas por el PAR han dejado en en vía muerta las conversaciones iniciadas por su líder, José Ángel Biel, y la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, el pasado mes de agosto.

Biel -a través de una carta enviada la pasada semana a la presidenta– exige a su socio 46 millones para los ayuntamientos aragoneses, de los que 30 se repartirían discrecionalmente. La presidenta se ha negado rotundamente alegando falta de disponibilidad presupuestaria y la necesidad de mantener el gasto social y ha avisado a su socio de que sin un acuerdo el Ejecutivo no llevará los presupuestos a las Cortes y los prorrogará. Deberían haberse remitido antes del 1 de octubre.

El conflicto estalló hace una semana con la mencionada carta. Hasta entonces, Biel que, pese a no formar parte del Gobierno de Aragón negocia directamente las cuentas, no había hablado de estas prioridades, según fuentes de la negociación. Sin embargo, la semana pasada, en la recta final, el líder del PAR decidió echar un pulso al PP. Además de los 30 millones que se articularían en un fondo especial no finalista y se repartirían a través de todos los departamentos en función de las necesidades municipales, también pidió duplicar el fondo de cooperación municipal (congelado en los últimos años después de drásticos recortes). Es incondicionado pero se distribuye en función de criterios como la población.