Guerra abierta contra el caracol manzana

Quizá tenga un nombre algo ridículo, pero la posible llegada del caracol manzana a territorio aragonés no es para tomársela a risa. Este molusco originario de Suramérica aterrizó en 2009 en la margen derecha del Delta del Ebro. Precisamente en esa zona hay, actualmente, alrededor de 2.000 hectáreas afectadas.

"Su potencial invasivo es muy importante", asegura Emilio Betrán, director del Centro de Sanidad y Certificación Vegetal. "Sin embargo, el hecho de que las masas de aguas de Aragón sean más discontinuas que las del Delta del Ebro hace que exista un menor riesgo", añade.

A día de hoy, Aragón dispone de una superficie de alrededor de 8.000 hectáreas de cultivos de arroz (es la quinta Comunidad más productora), en los que, por suerte, no se ha detectado la presencia de este voraz invertebrado. Pese a ello, el departamento de Medio Ambiente ha puesto en marcha un protocolo de contingencia para prevenir su desembarco.

Una de las medidas más importantes y que ya ha arrancado consiste en exigir un certificado de limpieza de la maquinaria. A lo largo de las últimas semanas se ha comenzado a hacer reconocimientos en los que se ha requerido tanto la documentación necesaria como el certificado. Algunas de estas máquinas operan en la comunidad vecina, con el peligro que entraña.

También se están llevando a cabo prospecciones en puntos concretos (campos de arroz, márgenes de ríos, lagos y embalses) de varias comarcas de la Comunidad, como es el caso de las Cinco Villas, Los Monegros o el Cinca Medio.

"Esta especie tiene una proliferación muy rápida. Como es lógico, cuanto antes se detecte una posible llegada y se evite su expansión, mejor", apunta Betrán. En el hipotético caso de que lograra 'colarse' en Aragón, el Centro de Sanidad y Certificación Vegetal procedería a "desecar la parcela afectada y a colocar barreras físicas como saltos de agua, e incluso a modificar desagües".

Prohibida su venta

El servicio de biodiversidad del Gobierno de Aragón ha puesto en marcha varias medidas de divulgación, como jornadas informativas. En ellas se recuerda que está totalmente prohibida la comercialización del caracol manzana, e incluso se prohíbe tener ejemplares en los domicilios particulares.