Educación

"Estoy agradecida por tener trabajo, pero con mucha incertidumbre"

Una profesora interina con jornada parcial en un pueblo señala que la inestabilidad perjudica a los docentes y también a la calidad educativa.

Elena ha vuelto a vivir a casa de sus padres, hace números para llegar a fin de mes y calcula distancias en un mapa de Aragón. Elena (nombre ficticio), de 30 años, no puede hacer muchos más planes; es profesora interina.


"Este año he tenido suerte y me ha tocado plaza para todo el curso en un pueblo. Es una media jornada, 12 horas lectivas, no llegaré ni a mileurista, pero tengo que estar contenta", asegura esta joven, licenciada en Ingeniería Química.


La semana pasada fue a conocer su centro y a ver la localidad. Está a más de 100 kilómetros de distancia y una hora y media de viaje de Zaragoza, así que probablemente buscará un piso de alquiler. Aún no sabe qué asignaturas le tocará impartir y, por lo tanto, no ha podido prepararse las clases. Los interinos comienzan a trabajar solo dos días antes del inicio del curso escolar.


Elena trabajó un año de ingeniera en una empresa y después se presentó a las oposiciones de educación. Este es su cuarto curso escolar de incertidumbre y maletas. El primero le tocó una media jornada en Monzón (vivía allí); el segundo, un contrato de solo seis horas lectivas en Alcañiz ("el sueldo me llegaba para la gasolina y poco más", cuenta); el curso pasado no le llamaron, y ahora está a punto de comenzar.


Esta ingeniera y profesora es una apasionada de su trabajo. "Me gusta la enseñanza, estoy en esto por decisión y vocación. Llevo muchos años trabajando con niños y soy voluntaria en una ludoteca", explica.


"Los interinos estamos agradecidos por tener trabajo, pero no sabemos qué va a ser de nuestra vida. Todos los años vivimos con incertidumbre tremenda y sin posibilidad de hacer ningún plan, ni de estudios ni personales. En un curso me cambié tres veces de escuela de idiomas, y al final suspendí", cuenta.


"Esta situación nos provoca mucha inestabilidad personal y también afecta a las aulas. Los alumnos cambian mucho de profesor y no podemos prepararnos bien las clases. Habría que buscar mecanismos para dar más estabilidad a las plantillas: como convocar oposiciones con más plazas, permitir a los interinos repetir en el centro en el que acabaron el curso anterior, y cubrir antes las bajas", propone, poco antes de subir al coche y marcharse a su nuevo destino.