Más de 60.000 familias aragonesas viven ya de alquiler

“Siempre hemos visto una pérdida de dinero vivir de alquiler, como hacen en Europa. Pero ahora no nos queda otra opción”. Lo dice Juan Gómez, un joven zaragozano que se ha ‘independizado’ con su pareja arrendando una vivienda en Valdespartera. “Sin un trabajo fijo es imposible hipotecarse”, reconoce.

Su situación es cada vez más habitual. En Aragón, el número de familias que recurren al alquiler para habitar un piso ya supera el 12%, lo que representa más de 60.000 hogares. Antes del inicio de la crisis económica en 2007 apenas llegaban al 6,5%.

Así lo indica la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística, y lo corrobora esta semana un informe de la consultora RR de Acuña, según la cual en Zaragoza el porcentaje de familias que viven de alquiler alcanza ya el 13%, mientras que Huesca y Teruel se quedan en el 10%. Las provincias de Cádiz, Barcelona y Melilla encabezan la tabla.

La inestabilidad laboral, la caída de los sueldos y la dificultad de acceso al crédito –la firma de hipotecas ha cerrado el semestre con un descenso del 23,5%- obligan a los jóvenes a recurrir a esta forma de residir en una casa.

Y eso los más afortunados, que cuentan con un empleo o un soporte familiar. Además, el perfil de las personas que viven de alquiler ha cambiado en los últimos años, y cada vez son más las familias asentadas y con hijos que deben recurrir al arrendamiento para poder seguir adelante. La caída de precios en el sector pone su granito de arena.

Según la compañía Alquiler Seguro, los datos hipotecarios reflejan un “cambio de paradigma y de modelo” en la economía española. Un cambio que valoran como “positivo” ya que facilita la movilidad geográfica y permite invertir el dinero que se hubiera gastado en la compra de un piso en otros instrumentos de ahorro o inversión.

Sin embargo, se calcula que en Aragón hay un stock de viviendas en alquiler de 22.000 pisos, los que supone apenas un 2,8% del total, frente a otras regiones que alcanzan el 16%, como Andalucía, o incluso el 23% como la Comunidad Valenciana.

Porque hay un factor que atenúa el cambio: los recelos de los propietarios a la hora de “meter” en su propiedad a desconocidos ante las noticias que salpican los medios de comunicación en relación a impagos del alquiler. De hecho, los desahucios por este motivo se han disparado en los últimos años.

“El propietario se tomó mucho interés en confirmar que íbamos a poder pagar cada mes. Afortunadamente los dos tenemos un trabajo y veníamos recomendados, pero otros no tienen tanta suerte”, asegura Gómez, que tuvo clara la elección. “No es lo mismo pagar 750 euros de hipoteca que 350 de alquiler”.