Agricultura y ganadería

Alfalfa de Aragón para las vacas saudíes pero no para las de aquí

Las zonas con 'petrodólares' marcan el precio de la alfalfa aragonesa. Las vacas locales, en plena crisis de la leche, no pueden permitírsela y consumen forrajes de peor calidad.

Campo de alfalfa en Grañén.
China pone el ojo en la alfalfa aragonesa
PATRICIA PUERTOLAS

Aragón es el rey de la alfalfa en España y responsable del 25% de la producción europea. Solo Estados Unidos le supera y juntos, lideran el suministro de esta indispensable planta a países donde escasea.


Las condiciones del Valle del Ebro favorecen el cultivo de una alfalfa de inusual calidad, idónea para la alimentación del ganado vacuno, ya que su gran aporte de proteínas favorece la producción de leche. Estas características han hecho que la zona del golfo pérsico, encabezada por los Emiratos Árabes, se interese por el producto aragonés y sea su principal receptora. El precio de la alfalfa, por tanto, se ha ajustado a la capacidad económica de las zonas con 'petrodólares' (unos 220 euros por tonelada la paca deshidratada).


Mientras el precio de la alfalfa se duplicaba en pocos años, la 'guerra de la leche europea' ponía en jaque al sector lechero español, inmerso en una profunda crisis sin expectativas de mejora: los costes de producción aumentan y el precio final del producto se exige cada vez menor. La alfalfa, por tanto, no entra dentro de las capacidades económicas de los ganaderos, que intentan economizar.


Un manjar fuera de su alcance

"El gran consumidor ha sido siempre el ganado vacuno de leche pero ahora su situación no mejora y la alfalfa es un cultivo caro para ellos, así que la han sustituido por otros forrajes de peor calidad -explica Juan Carlos Planas, responsable del sector de forrajes de UAGA-, es una pena porque preferiríamos un comercio de proximidad pero la solución no pasa por rebajar la alfalfa, sino por ayudar al sector lechero".


Planas explica, además, que el producto que se exporta es el de mayor calidad, mientras que cuando los cortes no son demasiado buenos, se utilizan para hacer subproductos con hierbas de peor calidad y piensos compuestos que se derivan al consumo interno.


Joaquín Capistros, gerente de la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa (Aefa), declaraba a Heraldo.es que la incapacidad económica de los productores de leche es "evidentemente, un problema".


"Tengo muy claro que me gustaría exportar menos alfalfa y vender más aquí por dos razones: para tener menos dependencia del exterior y porque significaría que el ganadero lo puede comprar. El problema es que con una demanda exterior tan fuerte de zonas con 'petrodólares', como es lógico, se vende al mejor postor", explica Capistros. Oriente Medio marca los precios y esta situación, tal y como reconoce el gerente de Aefa, está perjudicando al ganadero español.


El próximo paso para la alfalfa aragonesa es su expansión a China. Hace un año que una delegación del Ministerio de Agricultura del país asiático visitó 17 deshidratadoras de alfalfa españolas, seis de ellas aragonesas, para evitar depender de Estados Unidos, su única fuente de suministro hasta ahora. Los trámites para iniciar las exportaciones siguen en marcha, pero las autoridades chinas se lo toman con calma y los agricultores todavía están a la espera: "China tiene que dar el visto bueno industria por industria y es un proceso muy lento. Esperamos que de aquí a tres o cuatro meses esté todo listo y que para la campaña que viene (a partir de abril de 2014) se empiece a exportar", indica Joaquín Capistros. La alfalfa aragonesa vive sin duda su momento de gloria y los ganadores españoles y sus vacas no pueden competir por este manjar.