Las altos valores meteorológicos provocan un aumento del uso del aire acondicionado y otros métodos de refrigeración que elevan el consumo energético. Por esta razón, el retraso en la llegada del calor en el pasado mes de junio redujo la demanda máxima eléctrica respecto al mismo mes de 2012. 

El valor máximo en junio de 2013 fue de 1240 megavatios (MW) frente a los 1463 del mismo mes en 2012, lo que supone una caída interanual del 15,2%.

En los meses de julio la tendencia se invierte y sube un 5,6% el consumo máximo. En este tramo de 2012 el pico de la demanda fue de 1265 megavatios frente a los 1336 del mismo mes de este 2013.

Estas cifras implican que entre un mes y otro de 2012 hubo un descenso del 13,53%, mientras que en 2013 cambia la dirección y de junio a julio hay un aumento del 7,74%.

Estos datos, proporcionados por ERZ Endesa en Aragón, indican la punta de la demanda, es decir el día del mes que experimentó el máximo consumo de electricidad.

La temperatura, causa principal

La diferencia de consumo máximo entre los meses de junio de uno y otro año podría tener su causa principal en la variación de temperaturas. Mientras que en 2012 junio tuvo una temperatura media mensual de 22,7ºC, con una ola de calor que trajo valores superiores a 40ºC a varias comunidades, entre ellas Aragón, el mismo mes de este 2013 ha tenido la temperatura más baja desde 1997, con una media de 19,8ºC, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Entre los meses de julio de ambos periodos las diferencias han sido más leves, lo que también queda reflejado en la subida de la máxima demanda. En 2012 este mes fue cálido con una media de 23,9ºC, y en este tramo de 2013 el valor medio ha sido ligeramente superior con 25ºC, lo que supone 1,6ºC por encima de lo normal.

Estas variaciones de temperatura explicarían también la subida que se ha experimentado este año entre junio y julio debido a un mes de junio más fresco de lo habitual.

La luz sube este mes de agosto

A partir de este mes de agosto las familias deberán vigilar el uso de aires acondicionados ya que el recibo de la luz sube entorno a un 3,2% debido a la reforma energética aprobada por el Gobierno el pasado 12 de julio.

El Ejecutivo anunció que los peajes, la parte regulada de la tarifa, sube un 8%, lo que se traduce en un incremento medio del 3,2% para los casi veinte millones de consumidores acogidos a los precios regulados.

Con estos peajes, que suponen algo más de la mitad de su importe total, se retribuyen las actividades reguladas del sistema, entre las que figuran el transporte, la distribución, las ayudas a las renovables, al carbón nacional o la moratoria nuclear, entre otros conceptos.

La tarifa eléctrica ya subió un 3% en enero, bajó un 6,6% en abril y volvió a repuntar un 1,2% en la revisión de julio.

La reforma energética pretende un ajuste de 4.500 millones de euros, 2.700 recaerán sobre las empresas, 900 sobre los presupuestos generales y otros tantos sobre los consumidores para tratar de combatir el déficit que supera los 26.000 millones de euros.