Aragón

Los ladrones no veranean en los pueblos aragoneses

La mayor presencia de gente en los campos de cultivo y las noches más cortas alejan a los delincuentes de los campos aragoneses.

Una operación de la Guardia Civil en Brea de Aragón
Los ladrones no veranean en el pueblo
GUARDIA CIVIL

Este no ha sido un buen año para los ganaderos y agricultores aragoneses. Tampoco el pasado. Ni el otro. Desde que la crisis económica se instaló en España, hace ya casi seis años, las explotaciones agrícolas de Aragón han sufrido innumerables robos. Motores, cobre, animales y frutos, gasolina... Los ladrones no tienen una predilección: arramplan con todo lo que pueden. 


A lo largo de este año pocas han sido las semanas en las que no ha habido noticias de robos en el campo aragonés. Sin embargo, con el verano, además de una buena cosecha, ha llegado la calma a lo que a robos se refiere.


"Este verano no tenemos noticias de que nuestros afiliados hayan sufrido robos", afirma Juan Carlos Planas, miembro de la comisión ejecutiva de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA_COAG). "Ha podido haber algún robo pequeño aislado, desde luego, pero no ha habido las oleadas de asaltos, incluso en varios pueblos la misma noche, que hemos sufrido en otras épocas del año", aclara Planas.  


Según Planas, tres son los factores determinantes que han llevado la tranquilidad a las casas de los agricultores y ganaderos de Aragón. "En verano hay más gente en el campo porque se está cosechando, también hay más gente en los pueblos que puede ver movimientos raros de gente y, además, la noche es más corta, hay más luz y eso aleja a los ladrones", señala Planas. 


UAGA-COAG y otras asociaciones aragonesas han llevado su preocupación por la inseguridad que vive el campo hasta el despacho del Delegado del Gobierno, Gustavo Alcalde. "Le hemos pedido que haya más presencia de la Guardia Civil en los pueblos porque los sindicatos nos han comentado que por la situación económica no está aumentando la plantilla y que, además, no se están cubriendo las bajas por enfermedad, paternidad, etc.", señala Planas. 


Desde la delegación aragonesa de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) también inciden en este problema. "Cada año se jubilan más de 1.000 guardias civiles y de los centros de formación del Instituto Armado salen poco más de un centenar de agentes para toda España cuando antes había promociones de 3.000 personas", afirma Juan José García, portavoz en Aragón de esta asociación.


Más seguridad en el campo

El PSOE, tanto en las Cortes como en el Congreso, se interesó por la situación y socilitó datos sobre el número de efectivos de la Guardia Civil en Aragón y su forma de trabajo al Ministerio del Interior. 


El departamento que dirije Jorge Fernández Díaz informó que a fecha 31 de marzo de 2013, la plantilla de la Guardia Civil en la provincia de Zaragoza ascendía a 1.414 agentes (computan activos, segunda actividad/ reserva ocupado y prácticas), tan solo 34 más que en 2008. 


Susana Sumelzo, diputada del PSOE por Zaragoza, está segura de que la disminución de las plantillas, "especialmente en su despliegue en el medio rural", está directamente relacionada con los rebrotes de sustracciones en el campo.  


También se señaló que 18 puestos de la Guardia Civil en la provincia de Zaragoza (Luesia, Luna, Tauste, Sádaba, Vera del Moncayo, Calatorao, Morata, Brea de Aragón, Maella, Mequinenza, Quinto de Ebro, Fuentes de Ebro, Leciñena, Villanueva de Huerva, Aniñón, Munébrega, Muel y La Muela) permanecían cerrados los fines de semana de 2013.


Desde la Comandancia de la Guardia Civil en Zaragoza han informado de que la atención al ciudadano está garantizada siempre y han aclarado que estos acuartelamientos "se cierran con mayor frecuencia pero no de forma sistemática" porque son puestos de menor entidad en cuanto al número de componentes y porque las demarcaciones donde se hallan tienen "menor problemática delincuencial".  


El cierre de estos destacamentos, afirman desde Comandancia, "permite, en combinación con personal de otros puestos, orientar el servicio de prevención a zonas de mayor conflictividad".


Los socialistas presentaron dos iniciativas, a nivel regional y nacional, para atajar este problema. Tal y como explica Sumelzo, la iniciativa que se presentó en el Congreso "insta al Gobierno a adoptar 10 medidas que se resumen en: más guardias civiles, más servicio público de seguridad, un plan de intervenciones periódicas de inspección para comprobar la venta de productos del campo e inclusión del riesgo de robos en explotaciones agrarias en el Plan Nacional de Seguros Agrarios".


Unión de la Guardia Civil y la Policía Nacional

Con las cifras de plantilla actual, según García, y teniendo en cuenta que el número de horas extra esá limitado porque no se pagan y que el parque móvil actual está limitado, "es imposible que todos los puestos de la Guardia Civil permanezcan abiertos todos los días".


A su juicio, estos problemas de personal se solucionarían si se unificaran la Guardia Civil y la Policía Nacional. "Tenemos un sistema territorial añejo que funcionó hace años con otro modelo de política, pero que ha dejado de hacerlo", añade.


"Con la unificación de los dos cuerpos de seguridad del Estado podríamos dar un servicio mucho más efectivo", se señala desde AUGC, donde tienen la convicción de que los alcaldes de los municipios juegan un papel importante en este proceso. "Son ellos quienes tienen que decidir qué seguridad quieren en sus pueblos", indican.