Pocas calles de las denominadas comerciales se libran de la plaga de carteles de 'se vende' y 'se alquila' que ocupan miles de escaparates de Aragón. Es una consecuencia más de la crisis, que ha obligado a echar la persiana en tiendas, talleres y todo tipo de negocios a lo largo y ancho de la Comunidad.

Al cierre del año pasado (último dato disponible), los comercios de proximidad aragoneses (tanto los que se encuentran en locales arrendados como los que tienen su sede en inmuebles propiedad del empresario) sumaban un total de 2.566.972 de metros cuadrados.

Una extensión notablemente inferior a la que se contabilizaba en 2007, antes de que España entrase en barrena económica. En ese año, los pequeños establecimientos en Aragón ocupaban 3.069.048 m2, según el anuario económico elaborado por la Universidad Autónoma de Madrid y la Fundación La Caixa.

La pérdida de presencia en las tres provincias responde, lógicamente, al continuo cierre de locales por cese de negocio. Algunos, a pesar de su inmejorable ubicación, tardan mucho tiempo en recuperar la actividad. No en vano, según las estimaciones del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Aragón, los establecimientos sin ocupar se han triplicado en la capital aragonesa durante la crisis.

El ritmo de cierres, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), no ha dejado de acelerarse durante la crisis. El tejido empresarial aragonés la comunidad contaba en 2012 con 1.742 empresas menos que solo un año antes. Una cifra que casi duplica el volumen de cese de negocios del año 2008.

Calles desiertas

La desaparición de las tiendas 'de toda la vida' ha provocado la desertización de calles que, tradicionalmente, destacaban por su enérgica actividad comercial. La avenida de San José es un claro ejemplo: acumula más de cuarenta locales cerrados. El mosaico de persianas bajadas resulta especialmente llamativo en la primera parte de la calle, entre la avenida de CesáreoAlierta y la de Tenor Fleta, que acumula hasta 31 locales disponibles en solo 64 bloques de pisos.

Otro importante espacio de la capital zaragozana que muestra los estragos de la actual coyuntura económica es el bulevar de Fernándo el Católico y Gran Vía, un eje de gran tradición comercial que actualmente suma 25 inmuebles inactivos. Una estampa impensable hace solo un puñado de años.

Más centros comerciales

Frente a esta tendencia se encuentra el suelo de las grandes superficies -los centros comerciales-, cuya presencia no ha dejado de crecer en Aragón, debido principalmente a la apertura de Plaza Imperial y de Puerto Venecia en Zaragoza. Entre los dos suman unos 300.000 metros cuadrados de superficie comercial de reciente construcción.