En Aragón

Proyecto Hombre acogió el año pasado a 131 personas para tratamientos de deshabituación

El alcohol se ha convertido en la sustancia principal de consumo (30%) entre las personas afectadas por adicciones, seguido de la cocaína (26%) y de la heroína (26%).

Sesión de terapia en Proyecto Hombre
El paro provoca que los casos de alcoholismo aumenten un 71% desde 2007
J. M. MARCO

El número de menores aragoneses que fueron atendidos en la Fundación Centro de Solidaridad de Zaragoza-Proyecto Hombre por consumir de forma habitual alcohol se incrementó de forma significativa a lo largo del año pasado, constituyendo el 58% del total de jóvenes de hasta 25 años que solicitaron tratamiento.


Así lo ha asegurado el director de Proyecto Hombre en Zaragoza, Jesús Sánchez, durante la presentación en rueda de prensa de la memoria de actividades de 2012 de la Fundación, que atendió a más de dos mil personas en la Comunidad durante el pasado ejercicio.


Los datos ofrecidos indican que el alcohol se ha convertido en la sustancia principal de consumo (30%) entre las personas afectadas por adicciones, seguido de la cocaína (26%) y de la heroína (26%).


El programa residencial de la Fundación, el denominado Proyecto Hombre, acogió el año pasado a 131 personas para someterse a tratamientos de deshabituación.


Aunque la edad de la mayor parte de estas personas, un total de 66, oscilaba entre los 31 y 40 años, también fueron ingresados el año pasado 7 jóvenes de entre 14 y 18 años.


En relación al plan de prevención 'Tarabidan', el director de la institución, que ha estado acompañado por el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, ha explicado que un 93% de los jóvenes tratados solicitaron ayuda por problemas con las drogas y que la edad de inicio en el consumo desciende de forma progresiva.


Ha advertido, sin embargo, que el 100% de estos jóvenes son consumidores habituales de alcohol, y que las chicas se introducen más precozmente en el consumo de tabaco.


La memoria de la Fundación también constata un aumento del 8% en el consumo del alcohol entre las personas mayores, que Sánchez atribuye a los efectos prolongados de la crisis y a las dificultades económicas que atraviesan los afectados.


A su juicio, "en épocas de crisis, el alcohol es una sustancia muy accesible y de consumo preferente para un tipo de público afectado por periodos largos y generalizados de desempleo".


Los efectos de la crisis también se perciben, ha explicado, en el consumo de sedantes, en su mayor parte por mujeres que comienzan a tomarlos por prescripción médica y que finalmente lo hacen de forma "descontrolada" y sin consultar al especialista.


El director de la Fundación ha destacado la labor de prevención y tratamiento llevada a cabo por la institución a través de sus distintos programa, pero ha incidido al tiempo en la responsabilidad que deben asumir las familias de los pacientes en su curación.