Educación

"Los centros de menores son la cantera de las cárceles"

José Narbona ha recogido este jueves la Medalla de la Educación Aragonesa 2013 en nombre de la Fundación Amigó de Teruel.

El delegado en Aragón de la Fundación Amigó, José Narbona, ha alertado este jueves de que los centros de menores, que acogen a chicos "acostumbrados a estar fuera del sistema", son "las canteras de las cárceles", y la sociedad está obligada a darles soluciones.


Incluso la construcción de los centros de menores es similar a la de los centros penitenciarios, en una línea que viene de Europa y es "absolutamente represiva, no educativa", ha dicho.


Narbona ha recogido este jueves la Medalla de la Educación Aragonesa 2013 en nombre de la Fundación Amigó de Teruel, galardón que reconoce la atención educativa que esta entidad lleva a cabo desde hace más de cien años con los sectores más desfavorecidos, especialmente con los adolescentes y jóvenes en riesgo de exclusión.


Se trata de una de las instituciones sin ánimo de lucro más arraigadas de Teruel, por la que han pasado más de 14.000 niños y jóvenes con riesgo de marginación social de entre 16 y 21 años, sin escolarizar y carentes de titulación educativa.


Narbona ha manifestado a los medios de comunicación, antes de recibir el premio, que "contener no es educar" y que la represión no es la solución a los problemas afectivos y emocionales de las familias de estos chicos, que no han contado con una tarea preventiva a nivel escolar.Se acostumbran a "estar fuera" del sistema

Estos jóvenes empiezan desde muy pronto a escuchar "tú fuera, tú fuera" y por eso "se acostumbran" a estar realmente fuera del sistema.


El número de chicos de menos de 18 años que cada año reciben sentencias judiciales es muy elevado, con un importante coste social, que hace que España sea el país de Europa con más número de presos, pero también económico, toda vez que un chico interno en un centro de menores alcanza los 120.000 euros al año, ha explicado.


"Son niños con problemas, pero no son el problema", ha agregado Narbona, quien también ha dicho que la solución está en la sociedad, en que las administraciones impulsen la prevención "desde el medio, en los barrios y en las familias" y en dejar de pensar "este muchacho nos la va a pegar".


La misión de instituciones como la Fundación Amigó es convencer a estos chicos de que "son personas y pueden tener un futuro", y que sepan que "aunque hayan tenido una familia desintegrada, ellos la pueden tener integrada y feliz".