A siete kilómetros de Hecho, muy cerca de la Selva de Oza, Fernando (48 años) e Imanol (51), elaboran desde hace menos de un año dos cervezas artesanales (una tostada -pale ale- y una rubia -pilsen ale-) que comercializan bajo el nombre de 'Pirineos Bier'. 

En el proceso de fabricación, que tiene lugar junto al hotel Usón, que Imanol regenta junto con su mujer, se utiliza maltas de cebada alemana y lúpulos ingleses y germanos. Sin embargo, el secreto de su sabor reside en un ingrediente que brota de la tierra aragonesa. "El agua de manantial del Pirineo es lo que da calidad a la cerveza. La que usamos tiene el PH perfecto, eso le da un cácter especial", señala Fernando.

La producción artesanal de cerveza fue algo más que una salida a la coyuntura económica. "Era una manera de poder quedarnos en Hecho", indica el maestro cervecero. "Dentro de la crisis, la cerveza artesana es un mercado al alza, que crece poco a poco. Así que lo intentamos. Antes pasamos un tiempo haciendo cursos y visitando microcervecerías en España y Bélgica".

Y de momento, la empresa va creciendo. "Empezamos vendiéndola en Hecho, Ansó... ahora tenemos más de 120 clientes que la distribuyen, y ya hemos llegado a otros puntos de Huesca y de Zaragoza", apunta Fernando.

Sólo queda brindar por un producto atrevido, refrescante, con arraigo y sabor aragonés.

Pinche aquí para ver el resto de testimonios.