Encierro en Albalate del Arzobispo

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Desde el balcón de mi tía Pilar en la plaza de Albalate del Arzobispo, esos días no se escatimaba en ropa, los más arreglados y los más pintorescos, blusas de peñas de todos los colores, 23 de septiembre día grande de las fiestas, plaza a rebosar de gente, ese año el día del encierro caía en viernes, y la plaza de bote en bote, la charanga tocando a salvo, y en el recorrido del encierre siete vacas y un novillo, son de las últimas del verano, vacas y toros vienen grandes y resabiados, colgaban mis piernas desde el balcón, colocado estratégicamente para verlo todo, a un lado la calle Concepción de donde venían las vacas cuando se soltaban de corrales, a otro lado la calle Mayor por la que iban y venían en su trasiego durante dos horas hasta el castillo y regreso hasta los corrales, delante el monumento a la jota en perfecta armonía siendo el centro de la radial de banderas, como si una araña hubiese entretejido una maraña entre la mano de uno de los joteros y los balcones que la rodeaban.

Roberto Bondía

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