Repunte del caudal

Alerta en Aragón ante una nueva crecida

Las previsiones de la CHE indican que el río irá creciendo a su paso por la capital aragonesa hasta los 1.445 metros cúbicos por segundo.

El Ebro a su paso por Zaragoza esta mañana
Alerta en Aragón ante una nueva crecida del Ebro
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La capital aragonesa se encuentra en alerta ante una nueva crecida del nivel del río Ebro, debido a las últimas lluvias, y cuya máxima altura y caudal se producirá a lo largo del día de mañana, aunque "visualmente" no se notará la punta de la crecida porque la subida del agua es lenta y progresiva.


Así lo han señalado fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que han agregado que el caudal del eje del río Ebro lleva ya unos veinte días manteniendo caudales en torno a 1.000 metros cúbicos por segundo, debido a la entrada de sucesivos sistemas frontales que afectan a la cuenca.


Una duración en el tiempo con caudales altos que no se conocía desde la crecida registrada entre diciembre de 1960 y enero de 1961, cuando el río estuvo entre 24 y 25 días sin bajar, aunque en esa ocasión el caudal era de 4.000 metros cúbicos por segundo al no existir sistemas de regulación como los que hay en la actualidad.


En la crecida del año 2007 los niveles altos se mantuvieron durante unos veinte días y en la extraordinaria de 2003, fueron un par de semanas, han agregado las mismas fuentes.


Y es que la nueva riada ha entrado en la provincia de Zaragoza la pasada madrugada en la población de Novillas, con unos 6,45 metros de altura y 1.600 metros cúbicos por segundo, cuyo alcalde, José Ayesa, ha señalado a Efe que la crecida ha sido un poco menor que la primera, de mediados de enero, y mayor que la segunda, de finales de ese mismo mes.


Según Ayesa, va a hacer un mes que los campos se encuentran debajo del agua, una situación que nunca antes habían vivido, con la consiguiente pérdida de las cosechas, algunas de ellas sin seguros.


En este mismo sentido se ha expresado el portavoz de la Plataforma de afectados por las riadas e inundaciones del río Ebro y afluentes, Antonio Manero, quien ha dicho que "no es normal que todos los día haya una riada. No ha pasado nunca en la vida".


Manero ha indicado que desde el pasado 16 de enero, cuando se produjo la primera crecida, hay muchas fincas que continúan inundadas y no han dejado de estar bajo el agua.


Y es que la crecida actual, al igual que las dos anteriores de enero, situándose la primera en el límite de extraordinaria, se está manteniendo durante varias horas en los municipios ribereños por los que pasa.


A la capital aragonesa llegará este lunes, y lo único que se observará es que el caudal del río irá subiendo lentamente y de manera progresiva, con pequeños repuntes, han señalado las mismas fuentes de la CHE.


Por ello "visualmente" no se notará la nueva cresta del Ebro que permanecerá con esos caudales altos durante bastantes horas, similares a los alcanzados en la riada del 29 de enero, que fue ordinaria.


Según la CHE, esta situación se debe a que, después de la primera crecida de mediados de enero, al eje del Ebro no le ha dado tiempo a bajar su caudal, que se ha mantenido en caudales altos en torno a 1.000 metros cúbicos por segundo y con pequeños repuntes, por los sistemas frontales sucesivos que, aunque no han sido muy intensos, han afectado a la cuenca.


Así, a las 18.00 horas de este domingo, el Ebro pasaba por Zaragoza, en situación de alerta, con 1.367,40 metros cúbicos por segundo y 4,04 metros de altura, con tendencia a seguir en aumento, según el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la CHE.


Las previsiones del SAIH indican que el río irá creciendo a su paso por la capital aragonesa hasta los 1.445,77 metros cúbicos por segundo, que posiblemente se alcanzarán esta próxima madrugada.