Los efectos de la crisis

"Soy una víctima de la crisis y de la persecución de Hacienda"

José Manuel Saqués, empresario zaragozano que en 2006 tenía unos ingresos -con su mujer- de unos 5.000 euros mensuales, vive ahora con un subsidio de 426 y critica que Hacienda les ha embargado todo.

José Manuel Saqués, en Zaragoza
"Soy una víctima de la crisis y de la persecución de Hacienda"
P. F.

En 2006, José Manuel Saqués tenía una empresa de recambios de automóvil, ganaba unos 5.000 euros al mes junto con su mujer y vivían en un chalé en Valdefierro. Luego llegó la crisis, el descenso de ventas, el cierre de la empresa, la hipoteca de su casa, las deudas con Hacienda, el paro, los embargos... Ahora solo cobra 426 euros del subsidio por ser mayor de 52 años, le han embargado la vivienda y el coche, viven en un piso de alquiler y Hacienda aún le reclama una deuda de 50.000 euros.


José Manuel Saqués, zaragozano de 56 años, dice que ya no tiene nada más que perder y quiere contar su historia. "Soy una víctima de la crisis y de la persecución de Hacienda", asegura. Empezó a trabajar con 18 años en un negocio familiar de recambio de automóviles. Después montó otras dos empresas en el mismo sector, hasta que en 2006 tuvo que cerrar la última y empezó su "infierno".

La deuda

"Hipotecamos nuestra casa por 300.000 euros para pagar a proveedores y a los empleados todo lo que les debíamos. Nos quedó una deuda de 64.000 euros con Hacienda, que pensábamos pagar con el material que había quedado en la empresa, cuyo valor ascendía a 187.000 euros", cuenta. Pero Hacienda rechazó saldar la deuda con el stock de la empresa.


Los años siguientes fueron aguantando y pagando la hipoteca. Ella trabajó en la Expo y después, en asistencia domiciliaria. Él encontró trabajo primero como contable en una empresa y desde enero de 2011 como comercial autónomo. Mientras, presentó un recurso a Hacienda solicitando que le permitieran saldar su deuda con el material.


Pero Hacienda ha sido implacable. "Primero me embargaron la casa, valorada en 420.000 euros, luego las cuentas, después el sueldo, luego el coche. Entonces me despidieron de la empresa al no poder pagarme los viajes. Me siento acosado e impotente. Si fuera Urdangarin o Matas, si en vez de 50.000 euros debiera 5 millones, seguro que no estaría en esta situación", se lamenta.


Desde febrero de 2012 está en el paro y buscando trabajo. En Hacienda le piden 2.000 euros mensuales, que no puede pagar. También dejaron de pagar la hipoteca (la cuota era de 1.400 euros mensuales) y el banco está subastando su casa. Confía en que no le quede otra deuda con el banco. Se mantienen con los 600 euros que cobra su mujer y el subsidio de 426 euros para mayores de 52 años, que él recibe desde septiembre. Viven con sus dos hijos veinteañeros, uno en el paro y sin ingresos, y otro trabajando a media jornada por 480 euros.


Mientras, ha esperado casi tres años a que se resolviera el recurso presentado ante la Agencia Tributaria, con resultado negativo. Si quiere volver a recurrir, con las nuevas tasas judiciales, le costaría 1.600 euros, un dinero que no tiene. En octubre se dirigió al Justicia de Aragón, al Defensor del Pueblo y al Defensor del Contribuyente, que se han interesado por su caso.


"Aún soy optimista. Confío en que se solucione mi situación con Hacienda y en que pueda encontrar otro trabajo. Pero hay días que me cuesta levantarme", apunta.