"No nos damos ningún capricho, compramos lo imprescindible"

L. Q. P. no ha sufrido los efectos de la crisis de una manera dramática, pero sí ha visto cómo se reducia su poder adquisitivo y su nivel de vida poco a poco: "Hace años ya que nuestros ingresos han ido menguando, prácticamente desde la implantación del euro. Entonces todo subió una barbaridad menos los sueldos, pero por lo menos nos llegaba para algún viaje y algún gasto extra. Ahora mismo, aunque los dos seguimos trabajando, hemos reducido bastante los gastos, no nos damos casi ningún capricho, no hemos ido de rebajas, y solo compramos lo imprescindible".

"Tenemos una hija y a ella le dedicamos todo el gasto que necesite, colegio, libros, uniforme, academias, etc..., así que no nos llega para nada más. Ahorramos lo que podemos. Yo ya ni me tomo un café con las compañeras de trabajo, me lo ahorro. Se nos rompió el coche hace unos meses y no nos planteamos, ni de lejos, comprarnos otro".