Según el avance climatológico publicado por la Aemet, el año 2012 puede considerarse en su valoración global como un año muy cálido, extremadamente cálido en la Hoya de Huesca, Zaragoza, Jiloca y Albarracín. En el Pirineo occidental, Altas Cinco Villas, Bajo Cinca, Matarraña y Cuencas Mineras fue sólo cálido, incluso normal en el Alfambra. La anomalía media fue de +0,8 ºC con respecto a la normal de referencia.

Respecto a las precipitaciones, el año 2012 presentó un carácter pluviométrico seco, pero con ciertos contrastes: fue húmedo en puntos de la Jacetania, Campo de Cariñena y Somontano de Barbastro, normal en el Pirineo occidental, Hoya de Huesca, Campo de Belchite y Cuencas Mineras, seco en la Ibérica zaragozana y turolense, riberas del Ebro y Bajo Cinca y muy seco en Ribagorza, Monegros, Cinco Villas, Matarraña y Gúdar.

Los porcentajes de precipitación con respecto a las medias habituales supusieron un 88% de promedio, con un rango que oscila desde valores alrededor del 61% en Valderrobres hasta el 114% en Barbastro.

En la demarcación

En el conjunto de la demarcación, 2012 puede considerarse un año muy cálido y, excepto los meses de febrero –especialmente anómalo por su carácter extremadamente frío- y abril, casi todo él mostró un comportamiento

térmico superior a lo esperable –con un mes de junio excepcional, por ser extremadamente cálido-. El promedio de las

anomalías alcanzó un valor de 0,7 ºC por encima de los valores normales climatológicos para el periodo de referencia

1971-2000.

En cuanto a las precipitaciones en el conjunto de la demarcación, puede considerarse que fue seco con tendencia a normal. Su discurrir ha sido bastante homogéneo con casi todos los meses caracterizados como secos o muy secos excepto dos marcados picos húmedos en primavera y otoño, en los meses de abril y octubre, concretamente. De promedio y para todo el territorio, el porcentaje de precipitación ha alcanzado el 89% con respecto a la normal del periodo de referencia 1971-2000.