Confederación Hidrográfica del Ebro

Solicitan a la CHE que lidere las ideas para los usos rurales del agua

Así lo señala el órgano colegial al cumplirse el centenario de la propuesta de creación de la CHE y en el marco del proceso de información pública del Proyecto de Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro.

El Colegio de Ingenieros Agrónomos de Aragón, Navarra y País Vasco consideran necesario que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) lidere un proceso de innovación y desarrollo institucional del que surjan nuevas ideas que impulsen la gobernanza de los usos rurales del agua.


Así lo señala el órgano colegial al cumplirse el centenario de la propuesta de creación de la CHE y en el marco del proceso de información pública del Proyecto de Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro.


Según esta organización, la CHE fue el primer órgano de cuenca creado en el mundo (1926) lo que, junto con la importancia de la propia cuenca, le otorga una visibilidad nacional e internacional que justifica su liderazgo.


Añaden que el nuevo Plan Hidrológico y las prioridades estratégicas de la Comisión Europea, ambientales y de innovación, relacionadas con el agua y desarrolladas mediante el Plan de acción para salvaguardar los recursos hídricos en Europa y las Asociaciones Europeas para la Innovación, ofrecen la oportunidad y la necesidad de promover no sólo avances tecnológicos sino también político-institucionales.


También apuntan que la gobernanza del agua exige mejoras en el conocimiento pero también en las capacidades y habilidades que impulsen la eficacia, la transparencia y el liderazgo.


Según los ingenieros agrónomos, el medio rural concentra las fuentes del agua así como los usos productivos y ambientales más significativos, y en este contexto se debe avanzar en su uso eficiente y en su garantía de calidad.


Entre las propuestas planteadas al nuevo plan del Ebro, esta organización colegial incide en la importancia del agua para la seguridad alimentaria y el desarrollo del complejo agroalimentario y para afrontar los retos energéticos y consolidar un modelo de economía baja en carbono y resistente al cambio climático.


Advierten asimismo que el contexto mediterráneo exige una política del agua que integre, de forma más específica, realista, equilibrada y eficaz, los dos enfoques de gestión de la demanda y de la oferta, necesarios para afrontar con éxito los diferentes retos e intereses ambientales, sociales y económicos.


Pero también inciden en que la asignación y uso eficiente del agua exige instituciones específicas que generen incentivos coherentes con los objetivos, anteponiendo la cooperación, la acción colectiva y la descentralización a la competencia, el mercado y la intervención pública.


Para los ingenieros agrónomos, es preciso asegurar la participación efectiva y responsable de los usuarios y de representantes de la ciudadanía, profundizando en la institucionalización de los procesos de negociación y concertación en los que debe traducirse la cooperación.


Por último indican que las comunidades de usuarios, las confederaciones hidrográficas y el principio de unidad de cuenca aportan fundamentos institucionales de gran valor, que permiten afrontar los retos del siglo XXI y ser referentes europeos si se aborda un proceso de impulso y desarrollo institucional coherente con las nuevas exigencias y necesidades.


Para el desarrollo de estas ideas, el órgano colegial propone un partenariado al que se sumen las partes interesadas.