Por la falta de ayudas

Los cursos de español para extranjeros se diluyen

Este año han salido adelante 14 grupos de estudiantes por los 52 del año pasado. La dotación económica por clase ha pasado de 6.000 a 2.320 euros.

Imagen de archivo de una de las clases
Los cursos de español para extranjeros se diluyen por falta de ayudas
E. CASAS

En el año 2009, la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Aragón (FAPAR) organizaba 43 clases de castellano para inmigrantes. Con ello no sólo se conseguía favorecer la integración de los adultos, sino que se daba un empujón a los resultados escolares de los menores. Este año sólo podrá impartir 3 de esos cursos.


Los recortes desde que dio comienzo la crisis han sido constantes y el número de profesores que la asociación se puede permitir ha caído en picado, de la mano -lógicamente- del volumen de alumnos que pueden acceder a los mismos. Este año, FAPAR cuenta con una subvención del departamento de Educación de 6.960 euros, con los que tendrá que poner en marcha tres módulos del programa de Español para adultos. El curso pasado la asociación facilitaba las clases a 15 grupos y contó con un espaldarazo gubernamental de 12.000 euros, casi el doble.


"Entendemos el momento de crisis, la situación económica, pero las instituciones también deben entender que sigue existiendo esta realidad y que no puede dejarse de lado", lamenta Nieves Burón, técnico de FAPAR. "Llevamos desarrollando estos cursos desde 2003 y con ellos hemos favorecido la integración de las familias que desconocían nuestro idioma, especialmente de muchas madres que no se integraban en la sociedad porque no podían relacionarse con los demás y no salían de casa".


Mientras a lo largo del curso 2011/2012 se subvencionarion en toda la Comunidad 28 de los 52 grupos de estudiantes del idioma local (solo FAPAR organizaba el mismo número en el curso 2008/2009) este año se han reducido a 14 el número de clases.


Además de reducir el número de ayudas, la DGA ha mermado la aportación por cada grupo. Si en el curso académico 2011/2012 invirtió 6.000 euros en cada módulo con subvención, esta cifra ha bajado en 2013 hasta los 2.320 euros.


Ante este panorama, las distintas entidades sin ánimo de lucro se han visto obligadas a hacer malabares para mantener -bajo mínimos- las clases. Este es el caso de la asociación de vecinos Manuel Viola, del multicultural barrio de Delicias. "En la asociación tenemos este año un total de 70 alumnos con una dotación de 2.320 euros, con los que tenemos que pagar a dos profesores (3 horas semanales cada uno)", asegura Silvia Ortín, trabajadora social de la agrupación vecinal.


La actividad no sería posible sin el pequeño ejército de voluntarios que la sostiene. En Delicias cuentan con dos profesores voluntarios y otros ocho vecinos que hacen las veces de monitor de guardería para que los padres y madres de los niños de entre 0 y 3 años puedan acudir a las clases.


"El idioma español no es un título más. Su aprendizaje es el primer paso para la integración de los inmigrantes, es algo fundamental", explica Silvia, quien materializa la importancia de tener un certificado de conocimiento de la lengua: "Muchas veces se les pide para acceder a cursos, trabajos o ayudas".