Las monitoras de comedor han decidido finalmente esta martes por la mañana que la huelga continúa tras la tercera asamblea de esta semana. Además, el colectivo ha anunciado que llevarán a cabo nuevas movilizaciones en los próximos días. Han convocado  una manifestación mañana a las 18.00, de la plaza de España a la del Pilar.

La asamblea, celebrada en el Centro Pignatelli, ha decidido -sin llegar a votar- la continuidad de la huelga. En la asamblea han intervenido numerosas monitoras, muchas apoyando la huelga, y otras, expresando sus dudas sobre la estrategia a seguir cuando se cumple una semana del conflicto.

"Hay muchos métodos de presión además de una huelga indefinida. La huelga agota a las compañeras, pero a las empresas no. Tal vez deberíamos plantearnos si es necesario llegar hasta el final", ha apuntado la primera monitora que ha tomado la palabra.

"Debemos seguir. La huelga es la medida de presión más fuerte que tenemos. El servicio no se está prestando bien y la Administración está muy preocupada. Seguimos luchando por nuestros derechos", han afirmado otras.

"El cansancio afecta a todo el mundo -ha reconocido Pepe Gimeno, de UGT- pero el sentir mayoritario es seguir adelante. No vamos a parar. La Administración tiene que actuar de manera definitiva y con contundencia".

Los sindicatos han anunciado en la asamblea del martes por la mañana la convocatoria de una manifestación para el miércoles por la tarde: a las 18.00 de la plaza de España a la plaza del Pilar. Y preparan nuevas movilizaciones para los próximos días. "Queremos transmitir a la sociedad el enfado de este colectivo con las empresas y con la Administración, que está haciendo dejación de funciones", ha subrayado Ana Royo, de UGT.

En el sexto día de huelga, este martes, las movilizaciones han tenido un seguimiento desigual según los centros. En algunos está teniendo poca repercusión. Pero en otros colegios, un día más, solo han ido a trabajar los servicios mínimos, lo que dificulta mucho el normal funcionamiento del comedor. Entre los más afectados y donde solo han acudido las monitoras de servicios mínimos están el Recarte y Ornat, el Sáinz de Varanda o el Juan Pablo Bonet.

Asambleas del lunes

El lunes fue un día crítico para las monitoras, con la celebración de dos asambleas y la manifestación pública de diferencias sindicales. La reunión de por la mañana fue muy tensa, en la que se manifestó la división entre UGT y CC.OO. La asamblea de la tarde concluyó con un ambiente mucho más relajado. El conjunto de monitoras de comedor reunidas en el Centro Pignatelli de Zaragoza quiso dejar constancia de su unidad y de que sus ánimos no se han resquebrajado cuando se cumple una semana desde el inicio de la huelga.

La intervención de una monitora que se preguntaba "hasta qué punto merece la pena llegar hasta el final" sirvió de aliciente al resto para intentar transmitirse ánimos unas a otras. Otra monitora recordó: "Hace 22 años ni siquiera teníamos convenio y hacían con nosotras lo que querían. Conseguir nuestros derechos nos ha costado sudor y lágrimas. Por eso no tenemos que dejar de luchar ahora", pidió a sus compañeras entre aplausos y un murmullo de aprobación.

José Luis Cimorra, de CC.OO., recordó que las monitoras no están solas y que cuentan con el apoyo de "múltiples organizaciones" relacionadas con la defensa de la escuela pública.

Pese al ambiente entusiasta de la asamblea, las monitoras no pudieron evitar hacer referencia a las tensiones entre compañeras: "Estamos completamente divididas. La unión entre las que no están haciendo huelga y las que sí no volverá a ser tan buena como hasta ahora", lamentó una monitora. Los representantes sindicales no dieron cifras de participación.

Como contrapunto, las intervenciones más aplaudidas fueron las de monitoras a las que les ha tocado ejercer como servicios mínimos y que aseguraron que su intención es compartir su salario de estos días con las monitoras en huelga de sus centros.