Huelga de monitores de comedor

Las monitoras "solo cumplirán los servicios mínimos comunicados por la vía oficial"

La representante de UGT, Ana Royo, ha apuntado que algunas de las trabajadoras están recibiendo la comunicación de los servicios mínimos por teléfono, una vía no contemplada para este fin.

Segundo día de huelga de las monitoras de comedores
Seguimiento de "casi el 100%" en la huelga de monitoras de los comedores escolares
EFE

Las monitoras de comedores escolares solo cumplirán los servicios mínimos que les sean informados por la empresa a través de un burofax, vía establecida oficialmente para este tipo de comunicaciones.


Así lo ha asegurado la representante sindical de UGT, Ana Royo, quien ha apuntado que algunas de las trabajadoras, la mayoría del colectivo son mujeres, están recibiendo esta comunicación vía telefónica, no contemplada para este fin.


"Las empresas saben que ese no es el canal legal para comunicar esos servicios mínimos, por tanto, la compañera que reciba una llamada no tendrá legitimidad para ser convocada como tal", ha puntualizado Royo.


Las trabajadoras continúan a la espera de ser convocados por el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) para poder acabar con el huelga iniciada este martes y que ha sido seguida este miércoles por cerca del 100% de la plantilla.


El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha acordado unos servicios mínimos para las monitoras de comedores escolares que descarta los establecidos inicialmente por el Gobierno aragonés a fin de garantizar el derecho a la huelga de estos trabajadores.


La Sala de lo Contencioso del TSJA, que ha dictado su resolución tras escuchar las propuestas de los representantes legales de las trabajadores, de la administración regional y de la Fiscalía, ha resuelto establecer la presencia de un monitor en cada comedor, y de uno más por cada 60 alumnos de Infantil y otro por cada 100 de Primaria.


Los magistrados han acordado, además, garantizar la presencia de un 75% de los monitores que atienden a los alumnos de los centros de educación especial, para los que la administración requería unos servicios mínimos del 100 por cien.