El Gobierno aragonés considera que no hay datos "relevantes" que justifiquen el cierre de los paradores aragoneses, tal y como contempla el ERE planteado la pasada semana por la dirección nacional de esta red estatal de alojamientos. 

Así lo aseguró a los medios de comunicación el consejero de Economía del Ejecutivo aragonés, Francisco Bono, tras reunirse, la tarde del martes, en Teruel con representantes de los trabajadores de los centros afectados, en una cita a la que también han asistido la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, y el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde.

El consejero expresó la "voluntad" del Ejecutivo autónomo para "pelear" contra el cierre, y aseguró que ya ha se han mantenido conversaciones con la dirección nacional de estos alojamientos y van a continuar con estas gestiones.

No obstante, advirtió que la dirección de Paradores les comunicó que no se trata de decisiones firmes, algo que, según añadió, "puede parecer contradictorio".

El consejero aragonés explicó que no poseen cifras concretas de cada establecimiento y que las que tienen difieren de las que presentan los sindicatos, pero señaló al tiempo que los paradores afectados por el ERE -el de Teruel con el cierre total y los de Alcañiz y Bielsa con cierres parciales- "están en buenas condiciones, no requieren inversión y tienen unas cuentas de explotación que no son graves".

Destacó, también, el potencial de estos alojamientos, e insistió en que, por tanto, "no existen datos relevantes que justifiquen el cierre".

Por su parte, el secretario de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de CCOO en Aragón, Emilio Alloza, se mostró muy crítico con la postura de la Dirección General de Paradores, que "cae en contradicciones" puesto que plantea el cierre en un ERE y ahora dice que no es definitivo.

Recalcó que los Paradores aragoneses afectados por los cierres tienen beneficios y tasas de ocupación por encima de la media nacional, aunque reprochó a la dirección estatal la "falta de información".