Resaca de la huelga general

El Ejecutivo insistirá en los recortes pese a la masiva protesta ciudadana

Los planes económicos del Ejecutivo no variarán tras las multitudinarias concentraciones del 14-N, que tuvieron más respaldo que la huelga. Los sindicatos anuncian nuevas movilizaciones.

La Marea Blanca, por la Sanidad en Aragón
El Gobierno insistirá en los recortes pese a la masiva protesta ciudadana
G.MESTRE

Algo cambió este miércoles en el modo que tiene la ciudadanía de mostrar su malestar frente a los planes del gobierno de turno. Tras una jornada de huelga desigual -los propios convocantes reconocieron un menor seguimiento que en marzo-, las manifestaciones en contra de los recortes del Ejecutivo central y autonómico sonaron a rechazo rotundo.


Miles de personas en todo el país salieron a las calles para decir 'no' al camino emprendido por el presidente Mariano Rajoy, que se hizo extensivo a la presidenta Rudi en Aragón con más de 200.000 manifestantes en las calles de Zaragoza, según estimaron los sindicatos, aunque el cálculo de la Policía dejó la cifra en 35.000.


En cualquier caso, fue la ciudadanía la protagonista, abanderada por colectivos como el 15-M, el 25-S o las diferentes 'mareas'. Es el nuevo modelo de rechazo, el de la protesta directa de la población a voz alzada, que cada día ve más cerca la sombra del paro, y cada vez más lejos a los sindicatos como solución al problema.


De una forma u otra, lo que no varía es la intención del Gobierno central de insistir en su programa de reformas para tratar de sacar al país de la crisis económica en la que se encuentra inmerso. Fue el ministro de Economía Luis de Guindos el encargado de valorar la jornada de huelga general y protestas de este 14-N (hasta en dos ocasiones se negó el presidente Rajoy a comparecer ante los micrófonos de los periodistas en el Congreso, donde se aprobaron los presupuestos generales).


De Guindos dejó claro que las reformas y ajustes continuarán. “Una huelga no es el camino adecuado para reducir la incertidumbre”, señaló, centrando su mensaje en los ojos vigilantes de los mercados y de la propia Unión Europea. A su juicio, la política emprendida es “la única salida posible para dejar atrás una crisis larga, que ya dura cinco años, y garantizar el futuro del Estado de bienestar”.


Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, señaló que “en estos momentos” no es “oportuno” realizar una huelga general “porque la imagen de España es determinante para tener financiación y pagar la deuda”.


Desde la tribuna de enfrente, el líder de la oposición Alfredo Pérez Rubalcaba se unió a la protesta ya que “son ciudadanos que están cargados de razones para ir a la huelga y son esas las mismas razones las que nos llevan al Partido Socialista a apoyarla”.

Más movilizaciones

Tanto en Aragón como en el conjunto del país, los líderes sindicales anunciaron nuevas movilizaciones si la situación no cambia. Según el secretario general de CC.OO. Ignacio Fernández Toxo, el 14-N “no es el fin de una etapa”. Su homólogo en Zaragoza, Julián Buey, aseguró que van a “exigir un referéndum para preguntar a la ciudadanía su opinión ante los recortes”. Su último mensaje del discurso fue: “Vamos a seguir luchando”.


En la misma línea, el secretario general de UGT Aragón, Julián Lóriz, apuntó que esta huelga "no es la estación de llegada de nada y tampoco es el fin de una conquista, es un hito de una movilización larga y dura".


Por contra, la patronal CEOE, en boca de su presidente Joan Rosell, deseó que las huelgas “no se produzcan cada dos por tres, pues si es así, lo único que se conseguirá es que se pierdan muchas horas de trabajo y mucho dinero”.