Iban a ser, de nuevo, damnificadas con otro recorte sustancial, pero la necesidad de cerrar un acuerdo presupuestario para 2013 que garantizara la continuidad de la coalición entre el PP y el PAR en la DGA, ha obligado a la presidenta, Luisa Fernanda Rudi, a sucumbir a las pretensiones del líder aragonesista, José Ángel Biel, de proteger al máximo las comarcas. Incluso al margen del propio Departamento de Política Territorial e Interior, que dirige el popular Antonio Suárez. De hecho, este departamento había planteado un recorte inicial del 10% para cumplir con las exigencias de la Consejería de Hacienda.

Suárez intentó minimizar al máximo el ajuste recortando de otras partidas que la consejería consideraba menos prioritarias, pero las exigencias de Hacienda no le dejaban mucho margen y finalmente, propuso un nuevo ajuste del 10% que se sumaba al recorte de casi el 50% de los dos años anteriores. Sin embargo, llegaron las negociaciones de Biel con Rudi y con el consejero de Hacienda, José Luis Saz, –ayer continuaban–, y el escenario cambió radicalmente. El aragonesista puso encima de la mesa el aumento de los fondos comarcales como condición sine qua non incluso para mantener el pacto de gobierno, y el PP se doblegó.

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