Entidades sociales

La reducción de subvenciones amenaza numerosos proyectos sanitarios

El Gobierno de Aragón ha recortado un 25% los fondos para estas entidades sociales respecto al año pasado y las aportaciones de capital privado también han disminuido. Algunas asociaciones ya han tenido que prescindir de trabajadores y otras prevén hacerlo en los próximos meses.

Varios jóvenes, en un taller de la Fundación Down
La reducción de subvenciones amenaza numerosos proyectos sanitarios
G. M.

La reducción de las subvenciones del Gobierno de Aragón para proyectos sociales de carácter sanitario y la disminución -e incluso desaparición- de las aportaciones de empresas privadas y fundaciones están llevando a numerosas entidades sin ánimo de lucro a una situación más que complicada. Tras varios años de recortes en sus presupuestos, las asociaciones sanitarias ya han recibido la noticia de que para este 2012 la DGA aportará 240.000 euros para financiar sus proyectos, un 25% menos que durante el pasado curso, cuando 62 organizaciones se repartieron 321.625 euros.


Este descenso global de las subvenciones todavía afecta más a algunas entidades, que han sufrido recortes de más del 40% respecto a las subvenciones de 2011. Es el caso de la Asociación Celiaca Aragonesa (ACA), que recibirá 6.705 euros, frente a los 11.500 del año pasado, la Asociación de Mujeres Aragonesas de Cáncer Genital y de Mama (Amacgema), que dispondrá de 5.500 euros menos, o la Asociación Aragonesa para la Lucha contra las Enfermedades del Riñón (Alcer Ebro), que ha perdido hasta un 35% de su subvención, un recorte que supondrá contar con 10.000 euros menos para afrontar sus gastos.


“Estamos contentos de recibir algo del Gobierno de Aragón, aunque cada vez sea menos, ya que todas las ayudas privadas han desaparecido y ahora solo tenemos esto y las cuotas de los socios”, explica Severiano Gimeno, presidente de Alcer Ebro, una asociación que atraviesa una situación económica muy delicada. “Hemos tenido que rescindir los contratos de varios de nuestros trabajadores porque no teníamos dinero para pagarles, y sin el dietista, la psicóloga y la trabajadora social no podemos ofrecer los servicios que teníamos hasta ahora”, advierte.


Problemas económicos

Otras entidades todavía no han llegado a ese límite, pero temen hacerlo durante los próximos meses si nada ni nadie logra evitarlo. “Tenemos muchos voluntarios que nos ayudan de forma gratuita, pero también necesitamos profesionales, como fisioterapeutas, a los que hay que pagar por su trabajo”, explica Carmen Basterra, directora de la Asociación Aragonesa para Problemas del Crecimiento (APAC). De momento, la asociación no ha tenido que prescindir de ningún servicio, pero sus responsables se muestran “pesimistas” tras conocer que en 2012 contarán con 3.000 euros menos que el año pasado.


“Ponerle velas a la Virgen del Pilar ya no es suficiente. Hasta ahora hemos aguantado vendiendo lotería y con otras iniciativas, pero si esto sigue así el año que viene no podremos mantener los servicios”, asegura Basterra, cuya asociación realiza una labor indispensable para las personas con problemas de crecimiento.


Otras asociaciones, menos afectadas

Para otras asociaciones la situación tampoco es la idónea, pero esta reducción de las subvenciones de la DGA no hace que peligren sus proyectos. “Esa partida iba dirigida a actividades específicas, por lo que no nos obliga a prescindir de ninguna de nuestras líneas de trabajo”, indica Ruth Gonzalo, gerente de la Fundación Down Zaragoza. Sin embargo, durante los últimos años sí han sufrido la reducción de las ayudas públicas y, sobre todo, la desaparición de las colaboraciones de algunas empresas privadas que antes de la crisis financiaban algunos de sus proyectos.


“Para subsistir hemos tenido que incrementar las cuotas de las familias, intensificar la captación de fondos propios y usar la imaginación para obtener los recursos que necesitamos”, concluye Gonzalo.