Aragón

Decenas de familias renuncian a las medias becas de comedor al no poder pagar el resto

Fapar denuncia que es "un problema social" y pide que se amplíen las ayudas. Entidades sociales y colegios sospechan que puede haber problemas de malnutrición en algunas casas.

Decenas de familias que recibieron medias becas de comedor están renunciando a esta ayuda al no poder pagar el resto, según varios centros consultados. La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fapar) denuncia que se trata de "un problema social".


La DGA no tiene datos sobre el número de renuncias. Fuentes de Educación insisten en que con la ampliación presupuestaria prevista de 3,5 millones de euros se podrá dotar de medias becas de material curricular y comedor a todas las familias que quedaron en la lista de espera. Fapar afirma que no salen las cuentas y que esa partida es insuficiente. Fapar entregó recientemente 5.000 firmas en las Cortes para solicitar que se concedan más becas completas.


El Gobierno de Aragón concedió 2.430 becas completas de comedor y otras 2.430 medias. Además, unas 11.000 solicitudes quedaron en lista de espera. Este es el primer curso en el que se implantan estas ayudas parciales. Muchos beneficiarios de medias becas la recibían completa el año pasado. Todos tiene ingresos inferiores al IPREM (6.390 euros anuales per cápita) y cumplen al menos dos de los siguientes requisitos: padre y madre en el paro, familia monoparental, familia numerosa, discapacidad, víctimas de violencia de género o de terrorismo.


"Muchas familias están renunciando porque no pueden asumir el pago de media beca, en torno a 50 euros al mes por niño. La escuela debe ser un lugar de compensación de desigualdades a todos los niveles. La comida del colegio es básica para muchas familias. Estamos viendo casos dramáticos", afirman desde Fapar. El comedor cuesta 96 euros al mes por niño y la media beca se calcula en función de los días lectivos del mes. Por ejemplo, en octubre las familias con media beca debían pagar 57 euros.


En algunos colegios, la mayoría de los beneficiarios de medias becas han renunciado a ella, como en el colegio José Antonio Labordeta (en el Actur), con 65 becas enteras y 57 medias, o el centro Fernando el Católico (Oliver), con 23 enteras y 50 medias. En el José María Mir (Las Delicias) han renunciado 12 de las 28 medias becas.


"En octubre no ha venido al comedor ningún alumno con media beca. Muchas familias están esperando a que se resuelvan los recursos o sus solicitudes de ayuda a los servicios sociales. Algunas nos han dicho que en noviembre podrán venir. Las medias becas han sido una mala solución, porque se ha visto que mucha gente no puede pagarlas. Sospechamos que dos o tres familias tienen problemas con la alimentación y estamos en contacto con los servicios sociales. Vemos niños que no traen almuerzo al colegio", afirma el director, Felipe Bermejo.


Las medias becas se han completado en algunos casos con ayudas de los servicios sociales, de las juntas de distrito (como las de Casco Histórico y Almozara), de ayuntamientos (el de Huesca ha aprobado la concesión de 445 becas de comedor) y hasta de particulares.


Fondos del Plan Integral del Casco Histórico (PICH) han permitido completar las medias becas en los colegios de Santo Domingo, Tenerías, Gascón y Marín y Cándido Domingo (en el Arrabal, pero incluido en el PICH). "Si no fuera por el PICH, hubiéramos tenido muchas renuncias", apuntan en el Santo Domingo, con 38 becas completas y 39 medias. El año pasado en este centro había 87 becas enteras.


"Inicialmente, diez familias de las 22 con medias becas nos dijeron que iban a renunciar porque no lo podían pagar. Pero la ayuda del PICH ha venido muy bien. Además, ha habido donaciones de profesores y padres que permiten pagar seis becas completas", cuentan en el Cándido Domingo.


"Cada vez es más difícil para mucha gente llegar a fin de mes. Hay familias de 4, 5 o más miembros viviendo con un un subsidio de 400 euros al mes. En los centros escolares del distrito se han detectado problemas de alimentación. Hay asociaciones de padres que están recogiendo y repartiendo comida", afirma Pablo Híjar, portavoz de la Plataforma solidaria Actur-Parque Goya. La plataforma está planteando habilitar un local para repartir desayunos y meriendas.